El doctor Crespo: «Manuel Perera sufrió un shock traumático al verse las tripas fuera tras la cornada»
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Manuel Perera
era desgarrador, un auténtico parte de guerra.
Como de contienda fueron la brutal cornada y la imagen del novillero en la arena, mirando sus propias tripas. Así de crudo y de real: «Sufrió un schock traumático al verse las tripas fuera. Se desplomó. A mí mismo, con toda mi experiencia, no se me quita de la cabeza ver a un niño de 19 años de ese modo», comentó el doctor Enrique Crespo. Sus manos obraron el milagro para salvarle la vida, limpiar y poner en orden «una cornada muy sucia, en el sentido de que tuvo el paquete intestinal por fuera; debemos ser muy cauteolosos y esperar que no haya infección ni complicaciones». El mayor riesgo: «Una peritonitis». Y explica las fases en la evolución: «Hay una primera fase, entre 3 y 7 días, en la que hay que ver que no haya infecciones; después, reestructurar la pared muscular, aunque la suerte es que está delgado y fibroso, y la última, una posible hernia. Pero ahora mismo todo está controlado y bien».
Tan favorable es la evolución que, en medio de todo el drama, ni 24 horas después, el cirujano da la mejor de las noticias: «Van a trasladarlo a planta a lo largo de la mañana. He estado en la clínica del Rosario con el torero y se encuentra bien, lógicamente, algo apagado por el tabacazo y la medicación tan fuerte, pero animado a la vez. Además, está en las mejores manos, muy bien cuidado». Explica tambien que le hicieron un 'body tac', «un escáner de todo el cuerpo, dado que Perera sufrió hace dos años un grave accidente de tráfico y tiene una placa en la cabeza». Se descartaron lesiones y, respecto a la herida de ayer, señala que «el drenaje está bien, la tripa está blanda y repito feliz que la mejor noticia es que lo sacan de la UVI y lo pasan a planta». Definitivamente, los toreros son de otra pasta.
Con la vida de Perera «fuera de peligro», hablamos de la comparación que han hecho algunos aficionados con la fatal cogida de Joselito hace 101 años: «A veces se dice que murió al verse las tripas fuera, pero la realidad es que murió por arrancamiento de vasos, y además hablamos de hace un siglo». «A mí me ha recordado a la de Paquirri en Huesca-añade-. Esa de de Francisco sí fue de este tipo, aunque aquella muchísimo más grave que la de Manuel Perera».