Cuando el Pirineo tenía playa: hallan en Huesca huevos de tortugas marinas de hace 42 millones de años
0
El hallazgo se ha producido en Castejón de Sobrarbe, una localidad que pertenece al término municipal de Aínsa. Está a más de 600 metros sobre el nivel del mar y a más de 200 kilómetros en línea recta de la costa más cercana, pero cuando esas tortugas desovaron allí era un paraje bañado por las olas.
El lugar donde han aparecido estos restos es un preciado yacimiento paleontológico, conocido entre los expertos porque, hace tres años,
allí mismo se encontró un fósil de vaca marina
de hace 42 millones de años. La bautizaron 'Sobrarbesiren cardieli'. Y de la misma época son los restos de huevos de tortugas marinas que se han hallado ahora.
Según han informado fuentes de la Universidad de Zaragoza, el hallazgo se ha producido cuando un equipo de paleontólogos realizaba trabajos de lavado y triado de sedimentos en busca de fósiles de pequeño tamaño.
«Se han encontrado decenas de miles de fragmentos milimétricos de cáscaras de huevo», explican. El hallazgo acaba de ser publicado en una revista científica internacional. En el estudio participan investigadores de las universidades de Zaragoza, Nova de Lisboa, Bilbao y UNED.
Mediante distintas técnicas de microscopía electrónica, se ha determinado que estas cáscaras son huevos de «tortugas pleurodiras, tortugas de cuello largo que lo recogen de forma lateral, por su similitud con las cáscaras de huevo de la especie actual Erymnochelys madagascariensis, la tortuga de cabeza grande de Madagascar».
Esas tortugas de hace decenas de millones de años habitaban ecosistemas costeros, no en mares abiertos, y no están emparentadas con las tortugas marinas actuales.
«Este hallazgo es muy importante, ya que se trata de las primeras cáscaras atribuidas a tortugas del periodo Eoceno de todo el registro mundial», han destacado las mismas fuentes.
Su estado de conservación y la gran cantidad de cáscaras por metro cuadrado, superior a la de cualquier otro yacimiento de cáscaras de huevo del mundo, han permitido a los investigadores reconocer la existencia de un área de nidificación de tortugas litorales.
Los investigadores creen que esos nidos corresponden a las tortugas Eocenochelus eremberti, de las que se han encontrado numerosos ejemplares fósiles en el yacimiento. «Desovaba aprovechando las zonas arenosas de un gran delta que se abría al Cantábrico» y que se localizaba en esta comarca del Pirineo aragonés.