Como si no hubiese un mañana pisó Cayetano el redondel en su primer paseíllo de la temporada. Nada se guardó y todo le pidieron, aunque el presidente prefirió quedarse la segunda oreja, como si le fuesen a quitar la suya... Ganas de mosquear al personal después de tan abrumadora pañolada, con gritos que sonaban en el Postiguet. Y hasta allí llegaría luego la bronca al palco tras denegarle el trofeo número dos a Ponce.
Cayetano había tenido el detalle de brindar a
Manzanares
, en su segunda cita en el nombre del padre. Rivera mostró su decisión desde el saludo al buen tercero de Juan Pedro, al que galleó por chicuelinas para ponerlo en el caballo. Una media posterior tuvo luz propia....
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