Me rindo. Imposible entender los criterios del bipartito de Alicante para la iluminación extraordinaria del Castillo de Santa Bárbara. Hace un año, la noche del 24 de junio, el Ayuntamiento, pese a la suspensión de las Hogueras, decidió lanzar la Palmera que tradicionalmente supone el arranque de la Nit de la Cremà. En ese instante, la fortaleza estaba iluminada con el rojo y gualda de la bandera de España. Minutos después, se dio la orden de cambiar al azul y blanco. Costó, pero al final se impuso la lógica en el día grande de las fiestas oficiales de la ciudad.