Nuevos gobiernos, comunicación y reelección
No es lo mismo la comunicación de campaña que la comunicación de gobierno, en los próximos meses tendremos nuevos gobernantes y legisladores. Se acabaron los mítines, las caminatas diarias, los aplausos permanentes, la batalla política y los discursos llenos de promesas y propuestas. Ahora es momento de comunicar lo real, los objetivos concretos, los compromisos serios; lo que en realidad va a hacer el gobierno entrante, más adelante será momento de comunicar los resultados.
Hay un nuevo comienzo, cómo cada tres años, está ante nosotros “el fantasma” de lo que vendrá, la idea de que un nuevo gobierno representa la esperanza y va a reparar lo que el gobierno pasado descompuso, a hacer lo que el gobierno pasado no hizo y con ello beneficiar la vida de cada una de las personas dentro de cada una de las demarcaciones de gobierno, ojalá que así sea. Pero implementar una estrategia de comunicación gubernamental es imprescindible.
Todos los gobernantes sufren un desgaste natural al estar en la administración pública, cuando son candidatos son populares y todo mundo los quiere, porque la gente fija su atención en sus promesas y simpatía, pero cuando llegan a ser gobernantes la atención está puesta en sus acciones y también en sus errores, en la vida privada, en cómo y para qué se usan los recursos públicos. Los políticos están en la mirada de todos.
Por ello, la buena comunicación potencia los aciertos de los buenos gobiernos, pero no salva las malas gestiones, lo dijo Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todos algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo,pero no puedes engañar a todos todo el tiempo.”
Las personas están hartas de la comunicación de gobierno que presenta los datos maravillosos, las cifras e indicadores excelentes. Los gobiernos perfectos que nunca se equivocan y que todo les sale bien ya no existen, las personas ya no creen más que en lo que recienten sus bolsillos y su condición inmediata.
Una fórmula de buena comunicaciónes; primero gobernar bien, plantear retos ambiciosos pero alcanzables, elegir estratégicamente los proyectos de mayor impacto ciudadano, optimizar los recursos, cuidar la reputación y los actos del gobernante y por último comunicar de manera correcta los logros alcanzados.
Un buen gobierno no necesita hacer informes de los primeros 100 días, ni tampoco informes cada año de gestión, un buen gobierno comunica sus resultados con resultados, si el gobierno en cada informe debe hacer un esfuerzo de difusión para convencer por todos los medios posibles a la ciudadanía de que ha gobernado bien es que algo está mal, la gente no es tonta.
Comunicar correctamente es condición de reelección, tener una campaña permanente es necesario, cuidar cada día lo que se dice y como se dice; eso es un factor clave para la continuidad necesaria en los buenos gobiernos. Porque los electores son emocionales, buscan identificarse con el gobernante y desean que los gobernantes piensen igual. Este es el mejor momento para construir la comunicación y el gobierno mismo.Gobierna bien, comunica mejor y asegura tu reelección.
Alfredo Salazar Olivera