Claves para las parejas jóvenes que no llegan a ser padres
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MAR&Gen: La infertilidad, sobre todo la femenina, se asocia comúnmente con la edad de la mujer. Sin embargo, la infertilidad puede afectar parejas de cualquier edad, incluso las jóvenes. Según diferentes estadísticas, la incidencia de infertilidad en las parejas entre 20 y 30 años de edad se sitúa entre 7% y 15%. Aproximadamente un 20% de esos casos están causados por un problema masculino, otro 30% por un problema femenino, y en el 40% se encuentra una combinación de problemas de ambos sexos
Para ayudar a estas parejas a resolver el problema, es preciso, primero, entender su situación actual, buscar las causas posibles según la eventual presencia de síntomas asociados con la infertilidad femenina y masculina y enseguida profundizar con métodos diagnósticos adecuados allí dónde se sospecha la causa de la infertilidad. Con este fin, hay que empezar por confirmar si de verdad se trata de un infertilidad. Si es así, el siguiente paso es buscar ciertos síntomas que pueden apuntar a la probable causa de la infertilidad. La pareja tendría que comunicar estos síntomas a un médico especialista quién la puede orientar hacía exámenes diagnósticos adecuados para confirmar o excluir la causa sospechada. Las siguientes cuestiones son importantes.
¿Cómo saber si sufro de infertilidad?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad es una enfermedad definida por la imposibilidad de lograr un embarazo evolutivo después de por lo menos 12 meses de relaciones sexuales sin protección. Si la pareja trata de procrear durante un periodo de tiempo más corto, o tiene las relaciones poco frecuentes e irregulares, no se puede aún hablar de la infertilidad de una manera conclusiva.
Síntomas femeninos frecuentemente asociados con la infertilidad
La mayoría de los síntomas se refieren a la duración y la regularidad de los ciclos menstruales. Ciclos menstruales irregulares y poco frecuentes son sugestivos del síndrome de ovario poliquistico, una de las causas de infertilidad más frecuentes en mujeres jóvenes. En algunos casos del síndrome de ovario poliquistico, las menstruaciones pueden ser casi ausentes. Ciclos cortos, por su parte, pueden evocar un problema de la fase lútea, una causa posible de la infertilidad y de abortos espontáneos.
Pérdidas de sangre independientes del ciclo y menstruaciones anormalmente abundantes pueden señalar la presencia de fibromas, miomas o pólipos intrauterinos.
Dolor pélvico, persistente o intermitente, a veces acompañando las relaciones sexuales, es otro síntoma importante. Muchas veces la causa del dolor es la enfermedad llamada endometriosis, otra causa frecuente de infertilidad en mujeres jóvenes.
Índice de masa corporal demasiado alto o bajo está frecuentemente asociado con la infertilidad. Este tipo de anomalías puede ser una simple consecuencia de un estilo de vida poco saludable. Sin embargo, muchas veces está causado por varios desequilibrios hormonales y se puede arreglar mediante su tratamiento.
Síntomas masculinos frecuentemente asociados con la infertilidad
A parte del índice de masa corporal demasiado alto o bajo, con las mismas causas posibles que en la mujer, se encuentran sobre todo varios problemas de la función sexual, tales como la disminución del deseo sexual, dificultad para mantener la erección, dificultad para eyacular o bajo volumen del líquido eyaculado.
Dolor, inflamación o bultos en la zona testicular, infecciones respiratorias recurrentes, incapacidad para oler, crecimiento anormal de las mamas, y vello facial o corporal escaso son otros síntomas que pueden predecir un problema de fertilidad masculina.
Siguientes pasos
En todos los casos de infertilidad, con o sin síntomas aparentes, es aconsejable visitar a un médico especialista en infertilidad para establecer un diagnóstico. El seminograma y un examen ecográfico pélvico son los métodos diagnósticos de base para abordar los casos de la infertilidad masculina y femenina. Según la eventual presencia de algunos de los síntomas anteriormente mencionados, el médico prescribe otros exámenes específicos para la condición patológica sospechada.
Una vez detectada la causa, o una combinación de varias causas, de los problemas de fertilidad existentes, el médico decide como proceder con la terapia. Los métodos terapéuticos pueden ir de los más sencillos, tales como un ajuste de los hábitos dietéticos y del estilo de vida o tratamientos orales con diferentes sustancias, hasta los más complejos, incluyendo diferentes técnicas de la reproducción asistida.
Para establecer el algoritmo más adecuado, el médico evalúa la edad y las anomalías detectadas tanto en la mujer como en el hombre y establece un programa terapéutico personalizado, con el fin de combinar la máxima eficacia con el mínimo coste posible. En este sentido, el equipo de la clínica MARGen de Granada, dirigido por el doctor Jan Tesarik y la doctora Raquel Mendoza Tesarik, han realizado varios estudios en los cuales han desarrollado técnicas diagnósticas no invasivas para evaluar el aparato reproductor femenino, y los tratamientos innovadores de las dos causas de infertilidad más frecuentes en las mujeres jóvenes, el síndrome del ovario poliquistico y la endometriosis.
Los dos investigadores subrayan la necesidad de realizar un plan estrictamente personalizado para la solución del problema de infertilidad para cada pareja individual. Y concluyen: “Nuestra responsabilidad es hacer todo lo posible para determinar la causa de la infertilidad y escoger el tratamiento correspondiente, basado en el criterio de la óptima relación costo-efectividad”.
Fuente Comunicae