El CiBRA cierra con más brillo y un homenaje al cine más realista

Las puertas del Auditorio El Greco se abrieron ayer, pasadas las 16,30 horas, para recibir a todos los invitados al acto de clausura del Festival del Cine y la Palabra (CiBRA), que un año más volvió a aglutinar a grandes actores y directores del cine español. Tras dos años a medio gas, este evento volvió a acaparar la atención con más brillo y originalidad que las ediciones anteriores. Mientras los invitados posaban ante el photocoll, numerosos toledanos esperaban fuera del auditorio la llegada del actor Viggo Mortensen. La expectativa creada ante la llegada del protagonista de «Alatriste», película que este año cumplió 15 años desde que Agustín Díaz Yañez decidiera rodar la novela de Pérez Reverte. Fue precisamente el cineasta el encargado de excusar la ausencia de Mortensen por compromisos de rodaje. El público abarrotó este domingo el auditorio El Greco para apoyar el cierre del CiBRA - F. RAMIREZ Una de las más esperadas este domingo en Toledo fue la actriz Blanca Portillo, que recibió el premio a mejor interpretación femenina por «Maixabel». Cercana y afable con los periodistas, ha reconocido que no conocía el festival, pero que para ella era «una sorpresa muy agradable el ver que el público ha vuelto y apoya a eventos como este festival». La actriz durante su intervención ha dedicado su premio a Maixabel Lasa, presente también en la sala y quien recogió el premio Alice Guy, que le ha concedido el Festival del Cine y la Palabra. Otro de los protagonistas de la ceremonia fue el actor Eduard Fernández, que viajó a la capital regional para recoger el galardón a la mejor interpretación masculina, que compartió con el actor y presentador, Dani Rovira por el filme «Mediterráneo». El intérprete catalán ha resaltado en su intervención el trabajo que realizan aquellas personas y ONG´s que ayudan a los que huyen de sus países en busca de una vida mejor. El actor Eduard Fernández (mejor interpretación masculina por Mediterráneo») y el director Agustín Díaz Yañez - F. RAMÍREZ Este año el premio del público fue para una de las películas que se coló en el palmarés: «Seis días corrientes», dirigida por Neus Ballús. Los protagonistas, que no son actores profesionales, han conseguido dar credibilidad al día a día de un fontanero, un electricista y un chapuzas. Ha recogido la estatuilla, muy emocionado, Valero Escolar. También se ha subido al escenario la actriz Elena Rivera para recoger el premio «Orden de Toledo», creado conjuntamente por los ayuntamientos de Toledo y de Calanda, y con el que se quiere recordar las correrías de Luis Buñuel, Federico García Lorca y Salvador Dalí en sus escapadas a la capital regional. Mención especial merece los organizadores del festival y todo el equipo que acompaña al director Gabriel Castaño en esta aventura cinéfila. La gala final supo combinar con acierto la música, los bailes y los homenajes a todos los que hacen que el cine sea la magia que nos ha acompañado durante todos esos días grises. Por su parte, la consejera de Educación y Cultura, Rosa Ana Rodríguez no ha dudado en resaltar que el CiBRA es un festival que «ha ido ganando enteros año a año» y ahora se ha convertido «en un festival potente que se va posicionando como uno de los grandes festivales de cine de nuestro país». La consejera ha señalado que es labor de las administraciones públicas proteger, conservar y potenciar el cine «porque existe una clara correlación entre las ayudas que se ofrecen y el número de películas producidas y estrenadas cada año». Además, ha valorado la dimensión educativa de CiBRA, ya que «este festival combina no solo cómo se hace el cine, sino también por qué se hace el cine o dónde se hace el cine. Y ese aspecto didáctico también lo debemos resaltar».