«Tenemos un digno y heroico pueblo»
Independientemente de la situación adversa que tenemos en la economía, de la dureza de la vida cotidiana, de las problemáticas de desabastecimiento, este ha sido un año de victorias. Esa certeza la compartió este jueves el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la primera jornada de trabajo del 3er. Pleno del Comité Central.
Y ha sido un año de victorias, en primer lugar, dijo, porque hemos desmontado una intensa y profunda operación de agresión por parte del imperio, que apostó por hacernos desaparecer y «estamos vivos y estamos firmes».
Un año también de victorias —reflexionó—, por haber sido capaces de contrarrestar los efectos de la pandemia; por la creatividad de nuestro pueblo, de nuestros científicos; por el papel que desempeñaron nuestro sistema de Salud y las direcciones del Partido y el Gobierno a todos los niveles, encabezando el trabajo con el pueblo en este enfrentamiento, que nos ha dado la posibilidad del regreso a una nueva normalidad.
Son realidades que «abren caminos de esperanza, abren caminos de luz», destacó. Y ese sentido de victoria uno lo siente, comentó, primero porque «fortalecimos la unidad del pueblo cubano en torno al Partido y a la Revolución; porque se actuó con firmeza, no nos rendimos, no vacilamos, no nos dejamos avasallar ni nos dejamos humillar; resistimos todos los embates, pero los resistimos de manera creativa».
Justamente esa creatividad es la que ha permitido, en medio de estos embates, señaló, que un país pequeño, agredido, bajo la incidencia de un bloqueo recrudecido, haya creado cinco candidatos vacunales —tres de los cuales se convirtieron en vacunas— que hemos podido compartir con el mundo; que se haya salvado el país; que hoy tengamos uno de los mejores indicadores a nivel mundial en cuanto a letalidad y en población vacunada; y cómo han disminuido drásticamente los diferentes indicadores, con más de un mes de resultados sostenidos, abriendo incluso fronteras.
«Todo esto demuestra que no ha sido solo resistencia: ha sido creación; y afianza una vez más el criterio de que tenemos que trabajar —sabiendo que se va a mantener el bloqueo, que se va a seguir recrudeciendo—, en función de nuestros esfuerzos, de nuestro talento, resistiendo, pero también creando, y eso lo podemos lograr, entre otras cosas, porque tenemos un digno y heroico pueblo».
Desde otro punto de reflexión, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista ratificó al Pleno su criterio de que para 2022 la labor partidista y el trabajo político-ideológico se resumen en tomar como referente el 8vo. Congreso del Partido y seguir implementado todo lo que emanó de él, del rico debate que entonces se produjo.
Todos los temas que estamos analizando hoy en día en nuestra sociedad —enfatizó—, los que van a la Asamblea Nacional, los que están en lo cotidiano, los que está previstos debatir en este Pleno, tienen que ver también con las postulaciones que se hicieron en ese 8vo. Congreso del Partido.
«Y si seguimos ese camino estamos también transitando hacia el 9no. Congreso».
La respuesta de Cuba a momentos complejos
Amplias reflexiones compartió el Jefe de Estado acerca de la realidad actual que vive el país, marcada por complejidades que demandan de un enfrentamiento y un pronunciamiento por parte de este 3er. Pleno.
Al abordar el contexto en que subsiste esta situación, recordó la crisis global y multidimensional que existe en el mundo y se ha afianzado con la incidencia de la pandemia. Las problemáticas de desabastecimiento y subida de precios están presentes en todos los países, en muchos de los cuales se han acrecentado los problemas de desigualdades, con muestras de egoísmo y especulación, puntualizó.
En el caso de Cuba —llamó la atención— hemos tenido que enfrentar esos hechos en condiciones aún más adversas, que nos han puesto en una situación económica compleja, sobre todo con relación a la disponibilidad de alimentos y a los precios.
«Esto hoy constituye una prioridad para el Partido, para el Gobierno, para el Estado cubano y no podemos cruzarnos de brazos», afirmó.
Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo —insistió— a enfrentar esa situación, que tiene dos caminos: un grupo de medidas que podamos diseñar, que sean factibles para realmente aplicar con efectividad desde el Gobierno central, y que sean para toda la sociedad; y el otro, un grupo de acciones que podamos desarrollar en lo local desde el enfrentamiento, la convocatoria política, el análisis político, el control de los principales procesos relacionados con este tema y, sobre todo, en la comprensión de que es una cuestión que demanda enfrentarse entre todos y apoyarla todos como parte de la sociedad.
Foto: Estudios Revolución.
En el camino de encontrar las soluciones al problema, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista alertó que lo primero que tenemos que lograr es entender bien el problema y por qué está pasando. En ese sentido, comentó acerca de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, y la crisis a nivel mundial en un contexto donde los precios de los alimentos se han disparado en el mundo entero.
Independientemente de esa situación, a la cual no somos ajenos, enfatizó, el Gobierno no ha subido precios en un grupo de alimentos fundamentales que sí han incrementado a nivel mundial. «No hemos subido precios ni lo vamos a hacer, porque aquí siempre se ha partido de que no se aplican políticas de choque», reiteró.
Asimismo, comentó aspectos relacionados a la Tarea Ordenamiento, con cuyo diseño se trató de llegar a una relación salario-precio que fuera más favorable, aunque la propia situación que ha marcado la vida del país durante este año ha impedido lograr a plenitud ese propósito.
No obstante, recordó cómo cuando se comenzaron a aplicar las ideas del ordenamiento se consultó a la población, que empezó a emitir un grupo de criterios sobre tarifas, precios y otros elementos de los conceptos que se planteaban como parte del proceso, los cuales contribuyeron a perfeccionarlo y a realizar los ajustes necesarios.
El elemento fundamental que impacta en la relación no adecuada de salario-precio, destacó, tiene que ver con la relación de oferta y demanda, pues al existir más demanda que oferta, suben los precios.
La respuesta —dijo— es que tenemos que producir más, y no solo alimentos.
Indicó acometer de inmediato una discusión política con todos los productores y comercializadores y convencerlos de la necesidad —en las circunstancias actuales— de «renunciar a un determinado nivel de ganancia, particular o colectiva, en función de bajar precios».
«Esta tiene que ser una discusión honesta, abierta, argumentando la situación que tiene el país», enfatizó.
Y si lo hacemos así, refirió, estoy convencido de que «la mayoría de los productores y de los comercializadores, sin llevarlos a no ser rentables, lo van a entender, porque son parte de este pueblo y reciben también los beneficios de la Revolución».
La otra cuestión, detalló, está asociada a cómo organizamos al propio pueblo, en estos espacios de participación, para que realice control popular sobre los precios y enfrente, junto a los funcionarios públicos y a las instituciones a las que corresponde esa acción, lo que sea excesivo en materia de precio y especulación. «Ese será el mejor mecanismo de control que podremos tener sobre esas cosas».