Críticas en el ejército por el reparto de medallas con distintivo rojo a los militares de la evacuación de Kabul
La operación para evacuar de Afganistán a los diplomáticos y policías de la embajada española, y para sacar de allí también a cientos de colaboradores de las tropas españolas que temían sufrir represalias de los talibanes, de nuevo en el poder, movilizó el pasado mes de agosto a distintas unidades del Ejército del Aire (Ala 31, Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo...), del Ejército de Tierra (Mando de Operaciones Especiales) y del Cuerpo Militar de Sanidad.
Meses después de ese despliegue especial en Kabul, el Ministerio de Defensa entregó a los militares participantes un reconocimiento. En un acto presidido por la ministra Margarita Robles, se impusieron 164 cruces del mérito militar y aeronáutico. Del total, 63 fueron cruces con distintivo blanco; 83, con distintivo azul; y 18, con distintivo rojo.
Las 18 cruces con distintivo rojo se publicaron en dos órdenes ministeriales, recogidas en el Boletín Oficial del Estado del 29 de noviembre.
Entre ese día y la ceremonia de entrega, así como en fechas posteriores, se ha suscitado un debate interno en las Fuerzas Armadas, ya que no son pocos los militares, de todas las escalas, que consideran que no estaba justificado conceder cruces al mérito militar o aeronáutico con distintivo rojo por la operación de evacuación de Afganistán.
Confidencial Digital ha recabado opiniones críticas sobre estas medallas entre militares de muy diversos empleos, desde la Escala de Tropa y Marinería hasta la Escala de Oficiales.
Los militares críticos coinciden en lamentar que se concedan cruces con distintivo rojo a personal que ha participado en una misión que no fue de combate, en la que los militares españoles no se enfrentaron a ningún ataque, y en la que, en resumen, “no pegaron un tiro”.
Por supuesto, estos comentarios no tratan de desmerecer el trabajo de los miembros del Ejército del Aire, del Ejército de Tierra y de los Cuerpos Comunes que fueron enviados a Kabul a rescatar a los españoles y afganos.
Sólo consideran que no se ha valorado correctamente esa misión, que si bien supuso riesgos, creen que no se puede equiparar a enfrentamientos armados y situaciones de combate en las que los militares españoles desplegados en el exterior se ven y se han visto envueltos en ocasiones.
Reglamento de recompensas militares
Estas condecoraciones están reguladas por el Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento general de recompensas militares.
De acuerdo con ese reglamento, “las Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo, se concederán a aquellas personas que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas”.
En 2007 se modificó el reglamento para añadir que estas cruces con distintivo rojo también se podrán conceder a quienes “fallezcan en acto de servicio en misiones en el exterior, como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles”.
La concesión de una cruz con distintivo rojo se justifica por acciones, hechos o servicios que cumpla alguno de estos requisitos:
-- “Los que, acreditando valor, pongan de manifiesto, según los casos y conforme se define en el artículo anterior, dotes significadas de mando, serenidad o iniciativa frente a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada”.
-- “Los que impliquen, de acuerdo con el artículo anterior, acreditando valor, una acertada dirección o empleo de las fuerzas propias en el desarrollo de la operación armada, así como el inteligente y eficaz cumplimiento de la misión encomendada”.
-- “El fallecimiento en acto de servicio participando en misiones en el exterior como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles, tales como atentados con explosivos, minas o supuestos análogos”.
Ahí cabe la interpretación de si la operación de evacuación y rescate en Kabul encaja como una misión en la que los militares tuvieran que hacer frente “a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada”.
No hubo enfrentamiento con los talibanes
Entre militares de distintas escalas que han visto con desagrado la concesión de las medallas con distintivo rojo señalan que, si bien la situación era muy complicada en el aeropuerto de Kabul, las fuerzas de Estados Unidos controlaban la infraestructura.
A ello se añade que los talibanes no se enfrentaron directamente a los militares extranjeros que, como los españoles, volaron a Kabul para facilitar la salida de sus nacionales y de sus colaboradores locales.
Es cierto que hubo escenas de gran tensión por las miles de personas que se agolpaban en el aeropuerto para tratar de subir a un avión y huir del nuevo régimen talibán. También hubo atentados terroristas, con decenas muertos, provocados por los yihadistas del Daesh en Kabul y en los alrededores del aeropuerto.
Distintivo azul
Analizando todos esos elementos, y sin quitarle valor a la operación de rescate en Afganistán, que ha sido alabada y aplaudida por la generalidad de las Fuerzas Armadas, varios militares apuntan que habría sido más ajustado al reglamento conceder cruces del mérito militar o aeronáutico, con distintivo azul.
De hecho, 83 de los participantes en el despliegue recibieron esa medalla. Se trata de una condecoración superior a la más habitual que se otorga a militares, la cruz con distintivo blanco.
“Las Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo azul”, establece el decreto, “se concederán por acciones, hechos o servicios extraordinarios que, sin estar contemplados en la sección 1.ª de este capítulo [es decir, las rojas], se lleven a cabo en operaciones derivadas de un mandato de las Naciones Unidas o en el marco de otras organizaciones internacionales”.
Con la cruz con distintivo azul se recompensan acciones, hechos o servicios:
-- “Que pongan de manifiesto, según los casos, dotes de valor militar, mando, serenidad o iniciativa en operaciones de mantenimiento de la paz cuando se desarrollen en circunstancias de riesgo ajenas al enfrentamiento con fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada”.
-- “Que acrediten un inteligente y eficaz desempeño de los cometidos específicos que corresponden a las fuerzas en tales operaciones, de modo que constituyan un mérito extraordinario apreciado por el mando”.
Distintivo amarillo a muertos en misiones
Esta polémica sobre las medallas a los militares desplegados en la evacuación de Kabul ha provocado que algunos miembros de las Fuerzas Armadas recuerden sucesos con heridos, incluso con muertos, que no fueron condecorados con la cruz con distintivo rojo.
Un caso fue el del soldado de la Brigada Paracaidista, del Ejército de Tierra, Jorge Arnaldo Hernández Seminario, quien murió por la explosión de una mina anticarro que alcanzó al vehículo en el que viajaba en Afganistán, en el año 2006.
El Gobierno concedió a este soldado paracaidista la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, y a cuatro compañeros que resultaron heridos al tratar de auxiliarle, les concedió la cruz con distintivo blanco.
La soldado Idoia López Buján (de la Brilat) murió al sufrir su BMR la explosión de una mina, también en Afganistán en 2007. A la primera mujer de las Fuerzas Armadas que murió en zona de conflicto le impusieron a título póstumo la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo. El Gobierno argumentó que el JEMAD no concedió la roja “al no existir un hecho de armas que permita reconocer la acreditación de su valor o la acertada dirección y empleo de fuerza propias”.
Meses después, la polémica se repitió por otro ataque mortal contra las tropas españolas. Un coche bomba accionado a distancia dañó dos BMR que patrullaban por el sur del Líbano, y uno quedó calcinado. Murieron seis militares de la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidista (Jefferson Vargas Moya, Jason Alejandro Castaño Abadía, Juan Erickson Posada, Jonathan Galea García, Juan Vidoria Díaz y David Puerta Ruiz) y dos resultaron heridos (Enrique Vázquez Matei y Juan Paz Soler).
De nuevo, se les impuso la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, y no con distintivo rojo.
Finalmente ese mismo año 2007 se cambió el reglamento para condecorar con la medalla roja a todos aquellos militares que “fallezcan en acto de servicio en misiones en el exterior, como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles”. De esta forma, se acabarían las polémicas sobre si determinadas misiones son “operaciones de paz” o si los soldados españoles participan en una guerra.
Eso sí, soldados fallecidos en misiones en el exterior, pero por accidentes de sus vehículos no relacionados con atentados o ataques, han recibido también la cruz con distintivo amarillo.
Es la comparación con todos estos casos la que también ha indignado a algunos militares, si bien es cierto que el decreto se cambió posteriormente y esas muertes en ataques ahora sí serían reconocidas con el distintivo rojo.
11 a oficiales, sólo una a Tropa
Por otro lado, algunos soldados y cabos ven con suspicacia que las medallas con distintivo rojo que se concedieron por la operación de evacuación de Kabul recayeron, sobre todo, en oficiales y suboficiales.
Las 18 cruces con distintivo rojo se repartieron, entre militares de Tierra y del Aire, a un coronel, dos tenientes coroneles, cinco comandantes, tres capitanes, un subteniente, cuatro brigadas, un sargento 1º y un cabo 1º.
Agrupando por escalas, once de esas medallas fueron para oficiales, seis para suboficiales y una para un miembro de la Escala de Tropa. Que hayan sido los mandos quienes más condecoraciones de este tipo, con distintivo rojo, hayan recibido, tampoco ha pasado desapercibido para algunos soldados y cabos críticos con el reparto.