Las incógnitas del caso del niño de Morón: se cumplen cuatro meses de búsqueda de Antonio
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La Policía Nacional, que tiene a numerosos miembros trabajando en este complejo caso, está convencida de que el menor no está vivo, por lo que la búsqueda se centra en encontrar el cuerpo, una ardua tarea puesto que la madre, Macarena Díaz, de 38 años, declaró en varias ocasiones versiones contradictorias y repletas de relatos incoherentes (entre ellas que llevaba al niño al Camino de Santiago para «sanarlo»). También se busca la silla de ruedas adaptada en la que el pequeño, que padecía una grave discapacidad del 91%, tenía que desplazarse.
Como informó ABC, los principales esfuerzos se centran en la búsqueda de sus restos en los dos principales vertederos de Madrid, Valdemingómez y Pinto, que es donde van a parar los residuos recogidos en las zonas señaladas por la madre: Arroyomolinos, cercanías de Móstoles, Cuatro Vientos, Batán o Casa de Campo.
Lo cierto es que todavía hay muchas incógnitas en este caso sin resolver. Una situación que se complica más aún debido a las continuos cambios de versión de la implicada, que padece una enfermedad mental. La hipótesis más probable es que Macarena, en pleno brote bipolar, matara a David (ella habla de que le inyectó una jeringuilla con agua) y lo arrojara a un contenedor de basura de las afueras de la capital. Y que, en otros, tirara la silla de ruedas y la documentación del menor. «Si es así, resulta prácticamente imposible encontrarlo», explicaron a ABC fuentes policiales.
La reconstrucción del caso es la siguiente. Madre e hijo salieron de Morón a primera hora de la tarde del domingo 12 de septiembre. Se da la circunstancia de que, a raíz de una denuncia de la Policía en julio, al comprobar que el niño no estaba bien cuidado, se solicitó la intervención de los servicios sociales. Pero todo se retrasó por falta de personal durante el verano y fecharon la visita el 14 de septiembre. Es decir, dos días después del viaje, por lo que se sospecha que Macarena pretendía evitar que quizá le quitaran la custodia de David.
Macarena y Antonio tomaron la Ruta de la Plata. Cerca de Mérida, repostaron y cogieron la A-5 y a las 20.30 horas llegaron a Talavera de la Reina. En la recepción del hotel Perales la vieron entrar con el pequeño tapado con una manta (que acababa de comprar por 7,5 euros en un bazar cercano) y dieron por hecho que iba dormido. Ella pidió una habitación: «Necesitamos descansar del viaje tan largo». A las 00.30, tras reposar, se marcharon. «El niño iba en la silla, tapado, aparentemente dormido también», narraron en el hotel a la Policía. Las cámaras les grabaron saliendo.
Durante la madrugada del 13 de septiembre, alrededor de las 2.15 horas, fueron captados por las cámaras de Tráfico en la A-5, a la altura de Cuatro Vientos, Casa de Campo y M-30. Macarena relató que tiró al niño en un contenedor cerca del centro comercial Xanadú. Más de una hora después, la madre intenta alojarse en un hotel de la localidad de Riaza (Segovia), pero no hay habitaciones. En esos momentos ya no está con el niño. Ya de día, sobre las 7 de la mañana, encuentran a la mujer desorientada y sola en su coche averiado en una estación de servicio de Carabias (Segovia). El caso, cuatro meses después, se encuentra estancado.