Un juez investiga como delito la muerte de un paracaidista fallecido en un salto en Cartagena
Un juzgado militar de Cartagena ha ordenador investigar como posible delito la muerte del sargento Rafael Gallart durante un salto frente a las costas de la ciudad en junio del año pasado. En una resolución adelantada por el diario El País a la que ha tenido acceso elDiario.es, el juzgado togado entiende que los responsables del ejercicio que realizaba el militar podrían haber incurrido en un delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte y llama a declarar a cuatro de ellos a partir de abril. El juez sospecha que el salto se habría producido en unas condiciones meteorológicas inadecuadas y quiere saber las órdenes que dieron los responsables del ejercicio.
El sargento Gallart, originario de la localidad albaceteña de Hellín, falleció el pasado mes de junio durante un salto paracaidista frente a las costas de Cartagena. Destinado entonces en el tercio "Alejandro de Farnesio" de la Legión, el sargento había participado en distintas misiones en Afganistán, República Centroafricana y Senegal y había sido condecorado además con la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. Se precipitó sobre el agua y sus compañeros tuvieron que cortar las correas del paracaídas para subirle a la embarcación de rescate ya inconsciente.
El juzgado togado territorial número 14, ubicado en la ciudad de Cartagena, entiende que los responsables del ejercicio pudieron tener responsabilidad también en el "desenlace fatal" de la muerte del sargento. En primer lugar, cuestionan que el salto se llevase a cabo en las condiciones idóneas en cuanto a la velocidad del viento y el oleaje: "Se desprenden indicios racionales para entender que las condiciones meteorológicas existentes no permitirían la realización del salto paracaidista", dice el juez togado destacando que, según los informes recabados en la causa, la velocidad del viento esa mañana pudo estar por encima de los 14 nudos permitidos.
El escrito pone la lupa también en el momento del rescate del sargento una vez en el agua con su paracaídas. Los testigos han relatado cómo un hombre se lanzó al agua varias veces hasta que consiguió cortar las cuerdas que le unían al paracaídas con una navaja. En esa embarcación iban solamente un sargento y un cabo cuando, según la normativa, la tripulación de las embarcaciones de recogida debe incluir al menos a tres militares. Todas estas circunstancias, según el juzgado, "podrían haber tenido una decisiva incidencia en la producción del fatal desenlace".
Los indicios, según el juzgado militar, apuntan a las irregularidades de los responsables del ejercicio en el que murió el sargento Gallart: "Apuntan a un la posible existencia de un comportamiento negligente", dice. Además de llamar a declarar a los cuatro militares, el juzgado también pone en marcha otras diligencias: pide un informe a la Jefatura de la Fuerza de Guerra Naval Especial, otro a la Jefatura de la Brigada Paracaidista 'Almogávares VI', ambos destinados a ofrecer más detalles sobre lo sucedido ese día.
El letrado Antonio Suárez-Valdés es quien representa a la viuda del sargento fallecido y quien ejerce la acusación particular en este caso. El abogado entiende que el ejercicio, explica, "debió haberse suspendido dadas las condiciones climatológicas adversas" y coincide en que hay que aclarar las conductas que define como "presuntamente negligentes" por parte de los responsables del ejercicio. "Es muy triste que en el ámbito del Ministerio de Defensa haya que poner muertos encima de la mesa para se normalicen las condiciones de seguridad", dice el letrado, e insta a la ministra de Defensa a "cumplir con su palabra y dar una solución a la precaria situación en la que se encuentran tanto la viuda como la hija del sargento, recién nacida el mes pasado y que han quedado en situación de total desamparo".