Día de triunfos y alegrías - AlfonsoyAmigos
A la cima no se llega superando a los demás sino superándonos a nosotros mismos
Acudo pronto a la cita, como siempre, pero me he olvidado de que hoy causan baja los más madrugadores. Sí, los más madrugadores y algunos más que reposan de varios males, pues al punto de encuentro acudimos:
Andrés, Enrique, Luis Ángel, Pawel, Santi y Alfonso. Nada más… y nada menos.
La mañana está fresca, tanto que habrá algunos compañeros que prefieran ponerse una chaquetilla al inicio de ruta a sabiendas de que pronto preferirán quitársela.
Las bicicletas ruedan solas hacia Gudillos y no es que sean futuristas sino que se conocen de sobra el camino que recorremos y nos permite disfrutar, a mí me encanta, del aroma a hierba recién segada.
Una vez emprendido el ascenso por la “alfonsina”, coincidiremos con algunos compañeros ciclistas de El Espinar cuyo destino, nos cuentan, es acercarse al puerto de la Fuenfría. Deseamos que hayan disfrutado de la mañana tanto como nosotros.
Tomamos por detrás de Casa Hilario el Alto del León con mayor o menor oficio y sobre la marcha improviso modificación de recorrido para descender por otro punto.
Nos aproximamos a torres de tendido eléctrico disfrutando de senderillo y nos dejamos caer con habilidad por otro revirado que cruzará la pista forestal de Los Lomitos y aún nos dejará descender algo más hasta la pista que llega desde el embalse de los Irrios.
Por la Nacional VI y con mucha precaución nos acercamos a las inmediaciones de Casa Tere, para afrontar un buen rampón por la calle Tablada y adentrarnos en los pinares, por debajo de la fuente de las Hondillas.
Unas vistas de Madrid impresionantes nos ven descender con velocidad hasta cruce de caminos antes de desviarnos por la Senda de las Trincheras y coger nueva pista por encima del embalse de La Jarosa.
El cambio de temperatura es palpable, hace ahora más calor que en las últimas fechas y se aprecia además más sequedad en el paisaje a pesar de que el arroyo de la Calle de Los Álamos sigue dejando correr sus aguas.
Somos seis, pero en todo el ascenso largo y durísimo por la ladera apenas veremos ya en ocasiones y de manera fugaz a Enrique, Pawel y Santi, que parecen disputar su apuesta personal y está claro que los tres van más que sobrados de fuerzas.
Descenso trialero (muy limpio), siguiendo el cauce del arroyo, desechando los otros 3 ó 4 descensos que ya conocemos por la zona, para vadearlo y continuar bajando por la zona de los Talleres y coger desvío hacia otro nuevo sendero muy sinuoso, largo y divertido que nos acabará dejando junto a los depósitos de agua cerca del puente del Umbrión en la Nacional VI.
Satisfechos de la ruta y del esfuerzo. Casi 35 kms con más de 1027 m de desnivel positivo… y a buena hora para compartir unas cervezas, regresar a casa y disfrutar del gran triunfo de nuestro campeón Nadal.
Un fuerte abrazo para los compañeros convalecientes.