El primer Bronco nace en el mes de agosto de 1965, como Model Year 1966, que dicen los anglosajones, pero esta historia arranca veinte años antes, al final de la II Guerra Mundial en 1945. Ya en 1942, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, prueba dos jeeps (uno de Ford y otro de Willys) en una granja de Alabama para estudiar sus posibilidades de uso más allá del ejército, en el ámbito agrícola. Y un año después el mismo departamento pide a Willys que defina sus planes de un uso en agricultura. En Willys no querían que, terminada la guerra, los jeep del ejército se reutilizasen como había ocurrido con mucho material (camiones, coches, motos y otro tipo de vehículos) al final de la I Guerra Mundial, pues ello supondría un enorme golpe, e incluso la desaparición, de su fábrica. Su idea era desarrollar un modelo específico para uso civil en general y para el mercado agrícola en particular. El plan hubo de esperar al final de la contienda, en 1945 cuando ya se lanza un vehículo para uso civil y así nace el CJ. En realidad, sin buscarlo expresamente, en Willys han creado un segmento nuevo de mercado, el de los llamado vehículos recreativos. En 1961, ante el interés creciente del público por el Jeep para un uso de calle, International Harvester, una marca especializada en vehículos agrícolas y comerciales, bajo el nombre de Scout presenta un 4x4 familiar recreativo que tiene una enorme aceptación. Ford, atenta siempre a las tendencias del mercado, ve futuro en estos 4x4 recreativos, y estudia su propia alternativa al Scout. Nace así el Bronco de 1966, con un diseño que atrae a un público amante de la aventura de fin de semana, de la vida al aire libre, de acampar, ir a pescar…, puro «American way of life», ese estilo de vida americano que nos llegaba a través de las películas de Doris Day y otros artistas del género. Las dimensiones eran recortadas, hablamos de solo 3,86 metros de largo y 1,75 de largo, e igual en cuanto a altura. Desde el principio, Bronco, palabra de origen español que hace referencia en América del Norte a los caballos no domados, aparece en tres variantes: familiar dos puertas (Wagon); camioneta (Sports Utility) y descapotable (Roadster). A pesar de la diversidad, la economía es el principio que preside el desarrollo de este 4x4. Así los cristales son totalmente planos, las puertas un lado y otro de la camioneta y del descapotable son intercambiables, y los parachoques de una extraordinaria simplicidad. Además, el equipamiento de serie es muy básico, pero esto no impide una interminable lista de opciones para que cada usuario tenga un Bronco a su medida. La misma regla de soluciones simples se utiliza en cuanto a la elección de los motores. En su lanzamiento, el Bronco aparece con un seis cilindros en línea de 105 CV (proveniente del Ford Falcon), al que le sigue, unos meses después, un V8 de 200 CV. En cualquiera de los dos casos, la caja de cambios es la misma: una manual de tres marchas. Entre esta caja y las cuatro ruedas motrices, hay una caja de transferencias con reductora. El Bronco, es básico pero pasa por cualquier sitio. «Noes ni un coche ni una camioneta, sino que combina lo mejor de ambos», decía la publicidad. Y la respuesta fue excelente. Sencillo interior del bronco de 1966 En 1966, en el primer año de vida comercial del Bronco, el año en que Stokely Carmichael, líder en defensa de los derechos civiles, Ford produce 23.776 unidades. El roadster aparece en catálogo hasta 1969 y el pick-up hasta 1972. Esta primera generación se mantiene en venta hasta el año 1977, ganando algo de potencia y algunos elementos de confort si bien esta palabra ha de entenderse de forma «limitada». Segunda y tercera entregas La segunda generación aparece en 1978. Ahora el Bronco es más grande, lujoso, cómodo y también pesado, pero aún así con buena capacidad para moverse fuera del asfalto. Este Bronco de segunda generación, tendrá una sola versión de dos puertas y, como en la anterior, la parte superior de la carrocería que cubre la zona de carga, se podrá retirar dejándola al descubierto. Y el motor es un V8, con dos variantes de potencia. La vida comercial de esta segunda generación es breve, pues ha de competir con los Chevrolet Blazer/GMC Jimmy y Dodge Ramcharger, que pueden convertirse en descapotables completos. Así, en 1980 aparece una tercera generación del Bronco, derivada del Ford F-150, con el que comparte la parte delantera. Ahora tanto la plataforma (con suspensión delantera independiente) como la mecánica son muy modernas: lleva un seis cilindros en línea asociado a un cambio manual de cuatro relaciones, y con el tiempo incorpora un V8. El pequeño Bronco II En la década de los 80, el mercado del vehículo de recreo (lo que luego serán los SUV), evoluciona y los usuarios demandan modelos más pequeños y fáciles de conducir. La respuesta de Ford es, Introducido en 1983 como Model Year 1984, el Bronco II. Basado en el pick-up Ranger, viene a competir con el Jeep Cherokee. Permanecerá en producción hasta el año 1990, en que desaparece. El Bronco II del año 1984 tendría una corta vida comercial Mientras, el Bronco como tal, continúa su carrera y, al renovarse el F-150 en 1987, también recibe profundos cambios. Su carrocería es ahora más aerodinámica, y sus tres motores pasarán a recibir con el tiempo, sistema de inyección electrónica. Hay un seis cilindros en línea de 2.9 litros; un V8 5 litros y un V8 de 5,8 litros. Según el motor, se puede elegir entre un cambio manual de cuatro o cinco relaciones, y un automático de cuatro. Y por primera vez, la tracción 4x4 se activa ya no por una rústica palanca, sino con un botón. La última generación Como todos los Bronco precedentes, el que aparece en 1992 conserva sus cuadradas líneas, dos puertas y el techo que se puede retirar, aunque esta operación no era nada fácil. El chasis es el del F-150 y el motor de seis cilindros se mantiene hasta 1993. Los V8 se ponen al día para hacer frente a las normas anticontaminación cada vez más exigentes. En el año 1992 aparece la última generación del Bronco En los años 90, el mercado está cambiando. Aparecen usuarios que demandan vehículos con aspecto de todo terreno, pero más cómodos y fáciles de conducir, y que no les importa una menor capacidad para afrontar terrenos complicados fuera del asfalto. Esto hace que el Bronco, demasiado rústico para los nuevos gustos, se quede fuera de juego. El último Bronco deja la cadena de montaje de la planta de Wayne, en Michigan, el 12 de junio de 1996, sustituido por un gran SUV, el Expedition, más adaptado a los tiempos, a los gustos modernos. Personaje de cine Pero la imagen del Bronco, su filosofía, ha mantenido su espacio en el corazón de los aficionados. Es, en realidad, un icono de la sociedad americana. Y como tal no podía estar ausente del cine. Así se le puede ver en numerosas películas. Entre ellas está «Terminator II» (1991), donde podemos ver un Bronco de 1982 con Arnold Schwarzenegger detrás del volante. Con sus enormes ruedas, este Bronco parece el único suficientemente resistente como para ser un vehículo apropiado a su protagonista. En «Speed» (en España «Speed: máxima potencia) película de 1994, también está presente un Bronco. Keanu Reeves, antes de encontrar como evitar que un autobús explote si se detiene, conduce un Ford Bronco gris de 1970 bellamente mantenido. Con sus luces dobles en el techo y sus icónicos faros delanteros redondos, esta Bronco luce casi tan bien como Reeves y su coprotagonista Sandra Bullock. En «Charlie's Angels», un Bronco azul descubierto, de 1970, ocupa muchos minutos de pantalla en esta película tiene mucho tiempo en pantalla. E incluso tiene a Bill Murray detrás del volante. O en «No es país para viejos» («No Country for Old Men», de 2007) donde aparece un Bronco del año 1979. Un hecho divertido es que, técnicamente, hay un error en la línea de tiempo de la película. La película está ambientada en 1980, por lo que el modelo del año 1979 tiene sentido. Lo que no tiene sentido es que el Bronco que aparece luce una parrilla con un óvalo azul de Ford, que no estuvo disponible hasta 1982. En algún momento de las últimas décadas, alguien cambió la parrilla original. De cualquier manera, ahí está como todo un símbolo. Un símbolo que ha hecho pensar en varias ocasiones a Ford sobre la posibilidad de resucitarlo. Incluso se llegó a presentar (Detroit 2004) un prototipo de salón, pero sin ir a más. Ahora, en 2022, si renace por fin un nuevo Bronco, pero eso ya es otra historia.