Muchos culés no sabían de la existencia de
Raphinha hasta que con 25 años empezó a sonar para el Barça. Ahora llega al Camp Nou para afrontar el mayor desafío de su carrera y, por lo que ha trascendido, el precio de su traspaso supera ligeramente lo que pagó el Liverpool por
Luis Díaz o el Chelsea por
Sterling. Seguramente resulta injusto tener siempre en la cabeza lo que se paga por un fichaje a la hora de valorar su rendimiento, pero es naïf negar esa realidad. Entre otras cosas porque el futbolista también salta al campo sabiendo que todos esperan que juegue de acuerdo a lo que costó. En el Barça de los últimos años, los jugadores por los que se pagó por encima, o muy por encima de los 50 millones, fueron devorados por su tarifa. Si ahora acaba fichando a
Lewandowski con 33 años lo hará para que meta al menos 30 goles, igual que
Raphinha debe lucir por encima de la media. Para pedir paciencia, hay que llegar como llegó
Pedri o como llega
Pablo Torre.
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