La Guardia Civil investiga desde anoche la muerte de Herminia, de 47 años, en el pueblo toledano de Yuncos. El cuerpo sin vida fue hallado ensangrentado en un chalé de la urbanización Cervantes. Una cuñada se la encontró tendida en el suelo , en el interior de la casa y a poca distancia de la puerta de entrada, en el número 2 de la calle Dulcinea. Alertó al servicio de emergencias 112, que activó el aviso como una tentativa autolítica (suicidio). El personal sanitario que llegó a la vivienda sólo pudo confirmar el fallecimiento de Herminia. Al haber signos de violencia, los dos policías locales que acudieron a la casa esperaron la llegada de la Guardia Civil. Pasaban las nueve de la tarde-noche. La víctima, nacida en 1975, presentaba al menos cuatro heridas en el cuello provocadas con un objeto punzante. Las primeras pesquisas de la Guardia Civil descartan que se trate de un caso de violencia de género y se estudian otras hipótesis, incluido el suicidio. La investigación está en manos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Toledo y su laboratorio de Criminalística. Los agentes estuvieron varias horas dentro de la vivienda recogiendo vestigios, pero no ha trascendido si el elemento punzante utilizado se ha recuperado. En este pueblo de unos 11.000 habitantes, en la comarca de la Sagra, la conocían por su adicción a las drogas desde hace años, aunque ella comentaba que se había desenganchado. «Ya estoy curada», había asegurado a vecinos con los que tenía relación. «Estaba muy envejecida» por el consumo de estupefacientes, dicen en el municipio, pero «se portaba bien, no daba problemas».