Paco Castañares: "Los incendios son ahora bombas atómicas pero las políticas de extinción son de los 90 "
El incendio de Monfragüe, que ya ha arrasado 2.700 hectáreas, “se podía haber apagado con la gorra, tengo una fotografía de minutos después de que se iniciara el fuego, que hay ampliarla para poder ver el humo, pero se habían llevado todos los medios contra incendios a Las Hurdes, donde el fuego estaba descontrolado y no se podía hacer nada”.
Así lo cuenta, Paco Castañares, uno de los mayores expertos en España sobre incendios y su comportamiento, empresario forestal, presidente de la Asociación de Empresarios Forestales y Medio Ambientales, ex director de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura desde 1989 a 1994 y, además, presidente de la recién creada Asociación de Amigos de Monfragüe.
En su opinión, dejaron a Monfragüe sin medios para protegerse contra el fuego, en un claro acto de “populismo”, por “querer dar la apariencia ante la ciudadanía de que se estaba haciendo algo, cuando en realidad el incendio de Las Hurdes estaba descontrolado, fuera de capacidad de extinción, y en esos casos lo que hay que hacer es retirar los medios y esperar una ventana de oportunidad”.
De no hacerlo, continúa Paco Castañares, lo que se hace es poner en riesgo a las personas que trabajan en la extinción, que pueden sufrir atrapamientos y “sin embargo, al incendio no le haces daño ninguno, en ese momento es absolutamente invulnerable, el agua de los helicópteros y de los aviones no llega ni a las llamas, no pueden pasar siquiera por encima de las columnas convectivas”.
Castañares asegura que, desde que empezó el incendio en Las Hurdes, advirtió tanto a responsables políticos como a técnicos del Infoex de la temeridad de llevarse todos los medios contra la extinción de Monfragüe, donde sólo quedaron tres Pick Up sin agua.
Posteriormente, añade, llevaron un helicóptero que estaba descansando en Jarandilla de la Vera, y otro helicóptero y vehículos terrestres desde Guadalupe, en Las Villuercas, pero desconocían la zona, “no sabían qué caminos tomar para llegar al fuego ni dónde coger agua”.
Sin embargo, a pesar de la climatología extrema, de la vertical atmosférica (la diferencia de temperatura entre las capas altas de la atmósfera y el suelo) y de las decisiones políticas y técnicas, el incendio de Monfragüe ha dado, para bien, un giro inesperado. “Se trata del incendio más errático que he visto en mi vida, en cuestión de minutos, casi al segundo, cambió radicalmente en un giro copernicano a dirección opuesta, cuando se conducía al corazón del Parque Nacional, seguramente porque ya no tenía combustible en esa dirección por dónde avanzar”.
Los daños a la flora y la fauna del Parque Nacional son incalculables, pero “que sepamos ya han ardido, con sus polluelos dentro, al menos seis nidos de buitres negros”.
El incendio ayer por la noche había duplicado su extensión, arrasando esas 2.700 hectáreas de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, de las que entre 250 y 300 estarían dentro de los límites del Parque Nacional. Ha cruzado la A-5 y la antigua Nacional V, obligando a cortarlas en algún tramo y ha obligado a evacuar a vecinos de Higuera de Albalat y Romangordo, acercándose más de lo esperable a la Central Nuclear de Almaraz.
Castañares ha criticado también que no se aceptaran inicialmente la ayuda que ofrecieron los servicios de extinción de incendios de Castilla la Mancha y Andalucía, el Infocam y el Infoca, respectivamente, “cuando el primero tenía el 80 por ciento de sus medios ociosos”.
Para este experto en la prevención y extinción de incendios, la solidaridad entre territorios cuando se produce uno de grandes dimensiones es fundamental, pero, en su opinión, “no pueden ir todos los recursos detrás de un solo fuego”, hay que dejar los medios suficientes disponibles para que puedan actuar en cualquier punto de la región en menos de 30 minutos, porque pasado ese tiempo “el incendio ya es imparable”.
El problema es, según pone de manifiesto, que “el Infoex continua haciendo la política de incendios que hacíamos en los 90, cuando lo creamos, y los incendios de ahora no tienen nada que ver con los de antes, son incendios de sexta generación, bombas atómicas, muy agresivos”.
48 horas para controlar Incendio en Las Hurdes
El incendio en la comarca cacereña de las Hurdes continua, ya afectando más a la provincia de Salamanca que a la de Cáceres. Ha arrasado 8.500 hectáreas y, aunque se encuentra confinado en el Valle del Ladrillar “ha tenido varios intentos de pasar a los valles que tiene a izquierda y derecha, que son los de Casares de Hurdes y Nuñomoral. Si no se evita la zona quemada se triplicará”.
Mañana se espera que mejoren las condiciones climatológicas y se presentan 48 horas fundamentales para que los efectivos contra incendios puedan controlar el fuego en la zona porque a mediados de la próxima semana se espera que la situación atmosférica sea similar a la de ahora”.
Cuarenta y ocho horas que, según indica, deben ser aprovechadas al máximo porque es la única oportunidad de controlar el incendio,
“la extinción tardará mucho más, llevará algo más de un mes”.