«Los políticos se llenan la boca con la despoblación pero a nosotros nos quieren meter en la cárcel por repoblar Fraguas»
A pesar de la amenaza que pesa sobre ellos de ir a la cárcel si no pagan 109.840,87 euros en concepto de responsabilidad civil a la Junta de Castilla-La Mancha, los seis jóvenes condenados, los llamados 'pobladores de Fraguas' (una antigua pedanía de la localidad de Monasterio, en la provincia de Guadalajara), aún son optimistas, y esperan que tanto la juez que instruye el caso como el Gobierno regional «entren en razón» de una vez por todas. Un auto del Juzgado de lo Penal número 1 de Guadalajara es el causante de la situación a la que ahora se enfrentan estos jóvenes, que fueron condenados en su día por un delito contra la ordenación del territorio. En declaraciones a ABC, Lalo Aracil , portavoz del colectivo 'Fraguas Revive' , señala que cuando en 2013 decidieron repoblar la zona «pensábamos que la administración vería con buenos ojos que un grupo de jóvenes pusiera en valor los bienes patrimoniales en una de las zonas más despobladas de Europa , y que nos asentáramos allí«, y lamenta que el Gobierno de Castilla-La Mancha no admita este tipo de proyectos y, sin embargo, el pirineo aragonés o el navarro esté »plagado« de pueblos con nuevos habitantes a los que no ponen trabas para establecerse. «Al final estamos siendo los movimientos sociales los que estamos fijando población en el mundo rural, pero aquí los políticos se llenan la boca con la palabra despoblación y al final a nosotros nos meten en la cárcel por querer dar vida a estas zonas», añade Aracil. Molino eólico que les abastece de luz ABC Argumenta el portavoz del colectivo que «nosotros no hemos urbanizado, no hemos edificado y no tenemos ánimo de lucro, pero no meten este delito de una manera tan injusta y nos condenan a pagar la responsabilidad civil derivada de la demolición del pueblo. Porque ahora consideran que las casas son macizas, como si no hubiera volumen de aire dentro, y tenemos que pagar un estudio arqueológico «. Situado en un bello paraje con cultivo de pino y una dehesa de quejigos y robles de alto valor ecológico, los jóvenes decidieron asentarse en él porque «estábamos buscando un lugar para poner en práctica una serie de valores en torno a la autosuficiencia, el ecologismo y la vida en comunidad , y pensábamos que Fraguas, como ya había estado habitado ( el último morador se marchó en 1968 ), era un sitio que reunía las condiciones muy buenas para la vida«. Dos de las construcciones de Fraguas En la actualidad, son diez las personas que viven en Fraguas, con edades comprendidas entre los 25 y los 40 años, y hasta ahora nadie ha llegado a desalojarles por la fuerza. Disponen de 30 placas solares y un molino eólico que les provee de luz, y un manantial que abastece de agua a una piscina, con la que riegan los cultivos o se duchan . «Todo lo que hay reconstruido en Fraguas lo hemos pagado gracias a la aportación de un montón de gente, y hacemos mermeladas y aceites que vendemos en mercadillos. Somos gente normal que lo único que hacemos es trabajar y buscarnos la vida en el medio rural entre sus pobladores», explica Aracil. Pero si no pagan los 110.000 euros, tendrán que ir a la cárcel, condenados a dos años y tres meses , «que se quedarían en un año y nueve meses si pagamos la responsabilidad civil», señala el portavoz de 'Fraguas Revive', que no dispone de fondos para hacer frente a ello. «No me imagino en la cárcel; de momento, no, y espero que entren en razón». Como posibilidad para recaudar el dinero, no descartan un crowfunding , pero antes quieren agotar la vía judicial. De momento, la campaña que hicieron este martes en Twitter tras conocerse la sentencia ha sido todo un éxito.