En 2021 se registraron 168 suicidios en Castilla-La Mancha, la mayoría hombres, según se recoge en las memorias de los institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la región, unos datos que acaban de hacerse públicos. « No ha habido un incremento de muertes por suicidio con respecto a otros otros años en la provincia de Toledo», asegura Valeriano Muñoz, uno de los forenses del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imlcf) de Ciudad Real y Toledo. Por provincias, 46 se contabilizaron en Ciudad Real y 57 en Toledo, donde trabaja el doctor Muñoz. Ese tanto por ciento del que habla es con respecto al total de las muertes violentas que tuvieron entrada en Toledo en 2021 (285 casos en toda la provincia). Y ese porcentaje se mantiene en el 40 por ciento, «similares a otros años» , se incide en el informe. Muñoz se retrotrae al inicio de la pandemia: «No hubo casos. Luego, tampoco se observó un incremento significativo como consecuencia del confinamiento y de la enfermedad, que supone una afectación desde el punto de vista psicológico para las personas por estar confinadas, por perder el trabajo o por no tener un empleo». En 2019, en la provincia de Toledo se computaron 59 suicidios consumados; en 2020, 49, y el pasado año, 57. «El porcentaje anual de muerte por suicidio que han tenido entrada en este instituto es el mismo», recalca el forense del Imlcf de Toledo. Grupo de trabajo El Instituto de Medicina Legal de Albacete, Cuenca y Guadalajara registró 65 casos en 2021. Por provincias, en Albacete se contabilizaron 30; en Cuenca, 23 y en Guadalajara, 12. El 81% de los suicidios fueron hombres y el mecanismo más utilizado, tanto en hombres como mujeres, fue el ahorcamiento, un 46 % del total, seguido de la precipitación, un 14%. En cuanto a la edad, el mayor índice de suicidios, al igual que en años anteriores, se dio en el tramo comprendido entre los 51 y 60 años . «Si ampliamos esa franja desde los 41 hasta los 60 años, observamos que el total de muertes por suicidio en ese tramo, 33 (28 hombres y 5 mujeres), es prácticamente la mitad de los 65 suicidios que se han producido durante 2021», indica en la memoria del Instituto de Medicina Legal de Albacete, Cuenca y Guadalajara Desde 2017, la dirección de Toledo del Imlcf forma parte, junto con otros organismos públicos, de un grupo de trabajo destinado al estudio, control y prevención de los suicidios en Castilla-La Mancha, recuerda el doctor Muñoz. Esos otros organismos son 112 Emergencias, Atención Primaria, el Sescam, la Delegación de Sanidad de la Junta de Comunidades o medios de comunicación. En 2018 se elaboró una exhaustiva memoria sobre los datos de suicidios y, a primeros de 2020, se mejoró el protocolo de recogida de datos en el lugar del levantamiento del cadáver, con la finalidad de recoger, de forma más ordenada y segura, un mayor número de variables que servirán en estudios futuros, explica en su memoria de 2021. «Desde ese momento -continúa-, se está evaluando la eficacia de la recogida, analizando los datos obtenidos. Una vez realizada la revisión, podemos estar en disposición de exportar nuestras conclusiones al resto de los Imlfc de la región, ponerlas en común y elaborar un protocolo normalizado y común en todos los Imlcf de Castilla-La Mancha para poder dar cumplimiento al objetivo del proyecto». «Es decir, convertir a los Imlcf en elementos necesarios para aportar datos fiables que posibiliten el conocimiento del fenómeno del suicidio», concluye el informe del Imlcf de Ciudad Real y Toledo, cuyo compromiso de colaboración con ese grupo de trabajo multidisciplinar sobre los suicidios en la región se mantendrá al menos hasta 2025. «Estamos muy pendientes de los suicidios» , subraya Valeriano Muñoz. «Cursa de forma epidémica, hay fechas muy propicias; va por rachas», asegura. «Nosotros no lo achacamos a nada especial. Hemos intentado hacer estudios, pero no hay nada concluyente. Hay épocas más proclives, como la Navidad, que es muy familiar. Si nosotros asumimos que uno de los factores de riesgos de la conducta suicida es el trastorno mental y la depresión... La depresión se ve hasta en un 50 por ciento de los casos de suicidio . Tres de cada cuatro personas que se suicidan con enfermedad mental es por depresión, el principal factor de riesgo», explica el doctor, quien puntualiza: «Hay algunos casos en los que hay que esperar a los resultados toxicológicos. Crees que la víctima ha fallecido de muerte natural, pero al cabo de unas semanas te dicen que se ha suicidado». Un peso para cadáveres y más psicólogos En el capítulo de reclamaciones, los Imlcf de Castilla-La Mancha ponen negro sobre blanco en sus memorias de 2021. En Toledo, sólo se cuenta con dos psicólogos (una titular y uno interino) para atender todas las peticiones de periciales de todos los juzgados de la provincia. Por ello, de todos los expedientes pendientes de resolver de años anteriores, «se han priorizado» los asuntos penales donde había menores o personas, «especialmente vulnerables víctimas de abuso sexual y/o malos tratos». La explicación es sencilla: «La demora en este tipo de informes periciales puede llevar a que se produzca un deterioro en la huella de memoria y, que al final la causa se archive por falta de pruebas». Por este motivo, relatan en la memoria, es cada vez más frecuente que los juzgados de Toledo pidan la ayuda del psicólogo para realizar la exploración del menor o persona con discapacidad intelectual mediante una prueba preconstituida y, posteriormente, se efectúe un informe de credibilidad del testimonio. En Guadalajara, donde trabajan seis médicos forenses, cuenta con dos psicólogas y una única trabajadora social, «en la actualidad de baja laboral, sin que se prevea que se nombre sustituto». Además de un equipo psicosocial más, también reclaman «otro año más» una cámara para grabar las pericias psicológicas, «lo que ocasiona conflicto con algunos letrados de la Administración de Justicia al tener que ser grabadas en la sala de vistas con el sistema Fidelius». Luego está la sierra utilizada por los médicos forenses en las autopsias. Carece de sistema de aspiración de polvo, con el consiguiente riesgo biológico para todos los trabajadores. Pero tienen más necesidades imperiosas: « No contamos ni con peso para cadáveres al haberse estropeado y no hacerse nadie cargo de su reparación. Al haber solo una mesa de autopsias falta mesa auxiliar de tallado, que sería necesaria debido al escaso espacio de trabajo con el que contamos». Hay más, y está subrayado en negrita en la memoria: «Las autopsias se realizan en un tanatorio privado y no contamos ni con ordenador en la sala de autopsias ni con taquillas para poder guardar la ropa cuando nos cambiamos». En Cuenca, dejan constancia de su queja los dos forenses que trabajaron en solitario durante nueve meses el pasado año, «sin abandonar ni un solo día el servicio de guardia (evidentemente; y sin lamento ni súplica) », puntualiza el doctor que suscribe el informe.
