Que sea 'Rafuel' es cosa de sus compañeros de profesión, que comenzaron a llamarle así por vender mucho fuel, valga la redundancia, y que sea influencer es mitad pasión, mitad porque siempre le ha gustado «comer bien». Tiene 66 años y lleva más de una década buceando en el mundo de las redes sociales. Todo empezó de forma casual. Corría el 2008 cuando Facebook despuntada : «Un día salió en los periódicos que ganaba 60.000 seguidores cada día y aquello era una cosa... ¡Colgábamos lo que nos apetecía!». Fue entonces cuando, harto de que sus hijas no respondieran a sus llamadas para ir a comer, decidió convocarlas a través de esta red social. Las pequeñas acudieron corriendo con un «¿Papá, qué has hecho?» llenándoles la boca y él se percató de que aquello era «el arma del futuro» . Y desde entonces pasó a publicar todos los días. Pasó por Pinterest, con contenido centrado en moda, y no dejó de hacerlo hasta que dio de bruces con Instagram. «Yo te hago la receta para que tú la hagas» La viralidad no le llegó de golpe , sin embargo. Rafuel, que empezó publicando fotografías de los restaurantes que visitaba y vídeos breves de él cocinando, alcanzó su primer millón de visitas en 2015 tras decir un taco cuando un trozo del pastel que cortaba se le escapó de las manos. «Me di cuenta de que tenía que emplear todas las armas que nos dan y empecé a hablar en las grabaciones», afirma. Poco a poco fue ganando seguidores entre los usuarios de esta red social y haciéndose un hueco entre los 'foodies' que la pueblan. En 2018 llegaron los vídeos de 30 segundos de duración, también la idea de preparar recetas que todo el mundo pudiera hacer. «Al final te dedicas a cocinar para que la gente pueda seguirte, a diferencia del cocinero del restaurante que lo hace para que vayan a su restaurante. Yo te la hago para que tú te la hagas », asegura. Botón de bloqueo ante las críticas El pasar de ser un completo desconocido a que le reconozcan por la calle no le ha afectado. Defiende que si uno está en una red social, tiene que ser simpático y estar siempre con una sonrisa. Sobre las críticas también lo tiene claro: «Tienes que aceptarlas». «Yo tengo mucha paciencia y, antes de contestar mal, respondo con educación», relata. «Porque las señoras que me siguen ya se cuidan de insultar al susodicho y tampoco me gusta mucho porque hay veces que le pegan fuerte». ¿Ante la insistencia? No contesta, prefiere bloquear . «Para mí hay una norma que es importante: la educación . Y todo lo que está escrito, queda escrito», destaca. «Si uno te escribe mal, mejor no escribas y bloquea. Ya pasará». Amante del huevo frito con patatas y de la tortilla con cebolla, defiende los productos nacionales de calidad. «Agradece a los seguidores lo que hacen por ti» Con un libro publicado y otro a punto para 2023, Rafuel no tiene límites. Pero, y pese a colaboraciones con marcas como 'La Gula del Norte', apariciones junto a influencers como Amelicious y los distintos proyectos que aborda «con emoción», como el que se está cociendo con TVE, solo tiene un sueño: «Estar bien con los que tengo y que todo el mundo tenga una sonrisa ». A quienes quieren seguir sus pasos, recomienda cuidar lo que tienen dentro y nunca fijarse en lo que tienen fuera. «Si tú tratas bien a tus seguidores, ellos te aportarán», aconseja. « No vayas a buscar más seguidores dejando los que tienes, ¡porque los que tienes se van y no vuelven más!».