El complicado trance de la víctima del ex de Oltra: del drama por la situación de sus hijos al choque con su abogado

Teresa T., la víctima de abusos sexuales por parte de un educador de la residencia en la que vivía cuando estaba tutelada por la Generalitat Valenciana, entre 2016 y 2017, afronta un futuro complicado, que advierte el fracaso del sistema que la protegió hasta la mayoría de edad. La joven, con veinte años y dos hijos -uno de 16 meses y otro recién nacido-, vive dando tumbos con su pareja, en precario y sin trabajo. Subsiste con los donativos que han ido recibiendo por redes sociales y se encuentra en el punto de mira de los servicios sociales por la posible situación de desamparo en la que pueden encontrarse los dos menores. De hecho, la Guardia Civil está intentando localizarlos sin éxito. Al drama humano, se suman los cuatro procesos abiertos actualmente en los tribunales. En tres figura como acusación. En uno, como acusada. El primero fue el origen de todo: la condena a Luis Ramírez Icardi - exmarido de Mónica Oltra - a cinco años de prisión por abusar sexualmente de ella cuando tenía 14 años. Estaba tutelada por la Administración desde los cuatro. Un fallo que ratificó el Tribunal Superior de Justicia valenciano, pero que está pendiente del recurso de casación interpuesto ante el Supremo por la entonces pareja de la dirigente de Compromís. En los últimos días, tanto Teresa como otro miembro de su familia están protagonizando un cruce de reproches en redes sociales contra su propio abogado, José Luis Roberto -líder de la organización de ultraderecha España 2000- y Cristina Seguí , presidenta de la asociación Gobierna-te, que ejerce como acusación en la segunda causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia. Teresa, que en ningún momento ha dejado de defender su condición de víctima de abusos, dice sentirse utilizada por ambos. Según su relato, asumido también por su prima Paloma, le prometieron trabajo y casa en Madrid, en lo que sería una maniobra para hacer caer a Oltra. La vicepresidenta autonómica acabó dimitiendo en junio de todos sus cargos tras ser imputada junto a trece profesionales de la Conselleria de Igualdad que dirigía y del centro de menores concertado Niño Jesús, en el que ocurrieron los abusos. Una promesa que, tras esa salida, no se ha materializado. Por su parte, tanto Roberto como Seguí lo niegan todo y se mantendrán ligados a la causa. El primer fallo de la Audiencia de Valencia ya señaló lo que varios jueces y fiscales han ido reafirmando en sucesivos escritos: existen indicios de que desde la Generalitat se intentó ocultar y minimizar el impacto que un hecho de este calibre podía tener en el seno del Gobierno autonómico. Para ello, según el magistrado instructor, se desacreditó a la entonces menor. De momento, Mónica Oltra declarará ante el juez como investigada el próximo 19 de septiembre. El letrado de la joven ha confirmado que, «aunque habiendo perdido la confianza con mis clientes», seguirá llevando su representación procesal. «Como letrado en estos dos años todo ha sido gratuito e incluso el procurador lo he pagado de mi bolsillo», asegura José Luis Roberto en un mensaje difundido en redes. En paralelo, un Juzgado de lo Social de Alicante atiende la reclamación que Teresa y su pareja presentaron al entender que sus despidos del Hospital de Torrevieja , cuando este pasó a gestión pública directa, fueron nulos. Pero, además, existe un cuarto proceso por el que ella misma se enfrenta a hasta veinte meses de prisión. Según la Fiscalía, Teresa participó presuntamente junto a otras dos mujeres en una estafa a través de internet . Simularon la venta de un sofá e incluso realizaron una factura que imitaba a la conocida empresa Muebles Lara para que la víctima adelantara 80 de los 200 euros que costaba, en concepto de señal. Pero el artículo nunca llegó y tampoco se devolvió el dinero a la usuaria de Wallapop.