Los estadounidenses acuden a las urnas el 8 de noviembre para renovar el Congreso y elegir cargos estatales, en una elección que marcará la segunda mitad del mandato de Joe Biden y sentará las bases para las presidenciales de 2024. En muchos estados ya se vota por correo y de manera anticipada, pero las próximas dos semanas serán clave en la formación definitiva del Congreso. La expectativa es que los demócratas pierdan poder. Han gozado de mayorías –aunque exiguas– tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado en los dos primeros años de Biden como presidente, y será un milagro que conserven ambas. Los republicanos, por delante en las encuestas Durante buena parte de la Presidencia de Biden, los republicanos han ido por delante de los demócratas en intención de voto. Este verano, esa ventaja se deterioró, entre la resaca de la matanza en la escuela primaria de Uvalde (Texas) y, sobre todo, la sentencia del Tribunal Supremo q ue eliminaba las protecciones constitucionales al aborto . Pero la inflación pertinaz ha vuelto a dar aire a los republicanos: según el acumulado de RealClearPolitics sacan una distancia de más de tres puntos en intención de voto a los demócratas. Esto se traduce en probables avances en el Congreso. Todo apunta a que los republicanos recuperarán la Cámara de Representantes, con un 79% de posibilidades, según FiveThirtyEight. En el Senado, que solo renueva un tercio de sus escaños, los demócratas tienen 59% de posibilidades de mantener su mayoría. Pero en estados clave para la Cámara Alta, la tendencia va a favor de los republicanos. Biden huye de los mítines «Son las elecciones más decisivas de la historia», dijo Biden esta semana, una expresión manida que se repite en cada cita electoral. En el caso de que lo fueran, el presidente al menos no las toma como tales. Biden se ha quedado en un segundo plano en las campañas electorales de los demócratas. Lo habitual es que el presidente recorra los estados más disputados en apoyo de los candidatos. Pero, hasta la fecha, Biden no se ha personado en ningún mitin . Ha recorrido varios estados, siempre en actos pequeños, muy controlados en el mensaje y muchas veces sin la presencia de los candidatos locales . La explicación más sencilla: Biden es un lastre para muchos candidatos . En especial, en esos estados bisagra donde la victoria se puede inclinar para uno u otro lado. Un 54% de los estadounidenses suspende la gestión del presidente, hundido en las encuestas desde el verano pasado. Noticia Relacionada estandar Si Biden se convierte en un lastre para la campaña demócrata Javier Ansorena Algunos candidatos a las elecciones de otoño evitan la presencia del presidente en sus mítines por su baja popularidad ¿Aborto, armas? Inflación La economía es un factor clave en cualquier elección. Este año, todavía más, porque la inflación rampante afecta a toda la sociedad y de forma directa y palpable. Cada vez que van al supermercado, los estadounidenses se acuerdan de Biden, que el año pasado dijo que la subida de precios sería temporal, después la achacó a Vladímir Putin y al final se ha mostrado incapaz de contenerla: el último dato, el de septiembre, con una inflación del 8,2%, fue un jarro de agua fría para las esperanzas demócratas de remontada. Estas crecieron a comienzos del verano, sobre todo con la sentencia del Supremo sobre aborto y entre llamamientos a una mayor regulación de las armas, pero su impacto parece limitado. Biden y muchos demócratas se han esforzado por devolver el asunto a la campaña, pero de momento no han tenido éxito. Según una encuesta reciente de 'The New York Times' y el Siena College, el 44% de los estadounidenses sitúa a la economía como principal principal preocupación, frente al 36% en septiembre. El aborto solo es el asunto más prioritario para el 5% de los votantes. El 44% de los estadounidenses sitúa a la economía como principal principal preocupación La movilización femenina que esperaban los demócratas quizá no se produzca. Sobre todo, en un electorado bisagra muy decisivo. En esa misma encuesta, los republicanos tienen una ventaja de 18 puntos mujeres registradas como independientes, mientras que hace un mes ganaban los demócratas por 14 puntos. Las elecciones clave Hay miles de cargos públicos en juego en estas elecciones: los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 34 senadores, 36 gobernadores e innumerables legisladores y puestos ejecutivos estatales y locales. En muchos de ellos, en función de la composición del electorado, el ganador está claro. El reparto de poder en EE.UU. dependerá sobre todo de algunas elecciones clave. Sobre todo, en el Senado, el órgano en el que los legisladores acumulan más poder. Aquí los demócratas necesitan expandir o, al menos, mantener su mayoría por la mínima (empatan a cincuenta senadores con los republicanos, con el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris , que también preside el Senado). Hay carreras muy disputadas en Pensilvania, Georgia, Arizona, Ohio o Nevada. Las elecciones a gobernador son siempre importantes, pero ahora tienen un significado especial: algunos candidatos republicanos en estados bisagra -Kari Lake en Arizona, Doug Mastriano en Pensilvania- siguen la línea de Trump de negar los resultados electores de 2020. Y, si se imponen ahora, podrían tener un papel clave en 2024.