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Октябрь
2022

La devaluación del euro golpea las nóminas de los españoles desplazados en EE.UU.: «No ahorramos»

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Abc.es 
La experiencia de trabajar o estudiar temporalmente en Estados Unidos se está complicando en 2022 para aquellos españoles cuyos ingresos se cuentan en euros, ya sea a través de una beca, un salario o una ayuda para trasladarse el extranjero. La depreciación del euro frente al dólar está provocando una pérdida de poder adquisitivo que se ve agravada por la espiral de inflación que vive el país, con un IPC que en septiembre se situó en el 8,2% . Es el caso de Juán Bernabé, un madrileño de 28 años que como otros compañeros consiguió una de las becas que ofrece cada año el ICEX para poder formarse y trabajar en Nueva York. Según ha ido avanzando el año ha visto como la variación en la tasa de cambio entre el euro y el dólar ha provocado que el valor real de su beca en Estados Unidos baje de los 2.903,03 dólares netos que percibía a la altura del mes en enero a los 2.644,65 que cobra en la actualidad. La nómina mensual puede parecer elevada, pero en una ciudad en la que el coste de la vida está tan caro como Nueva York apenas le ofrece margen. «Salir de casa implica gastarse 60 dólares fácilmente . Solo con pedir tres cañas ya te cobran entre 30 y 40 dólares, y cenar en un sitio económico supone otros 30 dólares», señala el estudiante. Ese nivel de precios afecta también a la cesta de la compra. Según los datos del IPC de Estados Unidos correspondientes a septiembre, el precio de los alimentos ha subido un 11,2% respecto al mismo mes de 2021. Juan Raposo, estudiante de Ingeniería Industrial que viajó este año a Chicago para continuar su formación, recalca la gran diferencia entre adquirir alimentos básicos en Estados Unidos o en España. «Llevo apenas un mes aquí y ya me he tenido que gastar más de 600 euros en la compra. Y no es que sean cosas de lujo, me refiero a productos básicos como leche, carne o huevos. Pescado ni me lo planteo», indica. La perspectiva no resulta esperanzadora. La divisa europea ha venido perdiendo fuelle frente al 'billete verde' desde finales del año pasado y los mercados no dan señales de que el fenómeno vaya a revertirse, al menos en el corto plazo. No es una situación de «angustia ni urgencia, pero tampoco es agradable ver como el valor del euro sigue cayendo», señala Bernabé. Es una cuestión de priorizar, lo que implica «renunciar a determinadas cosas», como comprar ropa o limitar las salidas en el caso del madrileño. Para compensar la pérdida de poder adquisitivo, tanto Bernabé como sus compañeros que dependen de becas han optado por dejar de comer o cenar fuera de casa , algo que no les ocurría en Madrid. «Es un año en el que nosotros no ahorramos prácticamente nada llevando una vida razonablemente austera», concluye. Una situación que va para largo El avance de la inflación en Estados Unidos, como ocurre en Europa, se ha enquistado y de hecho apenas se redujo una décima en septiembre con el IPC situado en el 8,2%. Sin embargo, las condiciones del mercado laboral y la situación geopolítica suponen una diferencia clave en la depreciación del euro frente al dólar, tal y como señala Antonio Pedraza , presidente de la comisión financiera del Consejo General de Economistas. La dependencia europea de materias primas energéticas, en contraposición a Estados Unidos, ha provocado que la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania afecte especialmente al viejo continente. Esto unido a la falta de cohesión interna de las políticas europeas en el ámbito energético, con episodios como las dificultades para interconectar las redes energéticas de los diferentes países o la división en torno a la excepción ibérica han facilitado que la divisa europea se debilite. « No veo que el euro se pueda recuperar a medio plazo», admite Pedraza, que apunta que la subida de los tipos de interés en Europa y Estados Unidos no tendrán los mismos efectos. El mensaje de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, con un discurso más agresivo que su contraparte del BCE y con subidas de los tipos de interés más intensas, está provocando que el mercado estadounidense sea más atractivo por los intereses más competitivos que ofrecen activos como los bonos y la deuda, mientras que en el viejo continente la senda lleva a la recesión. «Es un problema de oferta, por la escasez de materias primas, que se está intentando solucionar debilitando aún más la demanda con el cambio de tipos, lo que producirá recesión», concluye el economista. MÁS INFORMACIÓN España espera un 'boom' de turistas estadounidenses por la debilidad del euro frente al dólar Ganadores y perdedores de la reinstaurada paridad del euro con el dólar Una circunstancia que se refleja en el diferente comportamiento de la inflación. Mientras que en Europa la inflación subyacente –que descarta los elementos más volátiles como los alimentos y la energía– supone un 70% del encarecimiento de los precios , en Estados Unidos apenas supone el 30% gracias a la disponibilidad de materias primas clave como el petróleo. Cabe destacar, además, el factor como activo refugio del que goza el dólar , ya que supone el 70% de las reservas bancarias -mientras que el euro apenas llega al 20%-, una ventaja competitiva de cara al inversor que perjudica al resto de divisas.



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