Tras una apretadísima batalla con
Verstappen y Leclerc en la última vuelta de la sesión de clasificación del
GP de Estados Unidos de F1,
Carlos Sainz recibió el mensaje que necesitaba.
“P1, compañero”, le decían por radio. Y fue ahí cuando lanzó una frase con la que se reivindicó:
“Sabía que la pole estaba por llegar. Lo sabía”. Se sacó una enorme espina después de lo que le estaba ocurriendo desde ya demasiadas carreras.
Pasó de la frustración de Japón, a la alegría por superar en un duelo feroz a Charles y a Max. Dio un golpe sobre la mesa. Seguir leyendo...