Europa se asoma a un auténtico invierno energético rodeado de incertidumbre. La invasión de Ucrania por Rusia ha provocado una situación de emergencia en la que se vislumbra la inquietante sombra del desabastecimiento. En este escenario, Berlín había apoyado la creación del MidCat, un gasoducto que buscaba unir España y Francia a través de la cordillera de los Pirineos para garantizar las soberanía energética del Viejo Continente. Finalmente el proyecto será otro, pero con el mismo objetivo. El pasado jueves 20, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el primer ministro de Portugal, António Costa, y el presidente francés, Emmanuel Macron, llegaron a un acuerdo, en la cumbre europea celebrada en Bruselas, para sustituir el gasoducto MidCat por un corredor de energía verde que unirá Barcelona y Marsella, en principio para gas, pero prevista para el transporte de hidrógeno verde. Es un primer paso hacia un escenario de futuro de autoabastecimiento en el que las renovables serán decisivas. Pero el camino por recorrer para alcanzar esa meta aún es largo. Y España y Alemania siguen decididas a avanzar juntas, con la fotovoltaica como eje central de la hoja de ruta. Para debatir sobre imprescindible viaje de reinvención energética, la Cámara de Comercio Alemana para España organiza (26 de octubre, Casa Seat, Barcelona), el VI Encuentro Empresarial Energy4Europe, con el apoyo institucional del Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática. Entre los desafíos a abordar, destaca, desde la base, la falta de competitividad respecto a mercados como el norteamericano (precio de la energía mucho más bajo) y asiático (menor compromiso con el medioambiente), por lo que se requiere aunar esfuerzos para generar una energía eléctrica verde europea a precios competitivos. Aumentar la capacidad de fabricación fotovoltaica es uno de los mayores retos De cara al futuro más próximo, la UE ha destinado cerca de 20.000 millones de euros para desarrollar proyectos de energías renovables (eólica, energía solar, biomasa e hidrógeno) y digitalización. Y en este entorno, las conexiones entre Alemania y España se han reforzado, como subraya Walther von Plettenberg, director gerente de la Cámara de Comercio Alemana para España: «La escalada de los costes de la energía y el estallido de la guerra en Ucrania han colocado la cooperación y la soberanía energética en el centro de la agenda económica hispano-alemana. Por ello, impulsamos, por ejemplo, German-Spanish Solar Initiative (GSSI), dirigida a apoyar la reconstrucción de una industria fotovoltaica europea desde España y Alemania que integre la totalidad de su cadena de valor, desde la fabricación del polisilicio (materia prima de la célula fotovoltaica), hasta la producción de módulos». José Manuel Sáenz Rotko, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, aporta su opinión en este aspecto: «La iniciativa privada germano española en energía solar se estructura a través de la cámara de comercio germana española y fue puesta en marcha a principios de 2022. En ella, colabora el 'lobby' internacional que forman la asociación de fabricantes de equipos fotovoltaicos y el consejo europeo de productores de equipos solares. Se juntan quienes tienen la tecnología y las empresas en España en el lugar con más potencial de generación de energía solar. Alemania insiste en esta condición y en que, de momento, no se está aprovechando, teniendo en cuenta que Alemania produce más energía solar que España, Portugal e Italia juntos (datos de 2021)». Visiones alineadas Sáenz señala además como contexto «el alineamiento en determinados elementos de visión política, y la energía es un elemento fundamental de la política, con ejemplos como la voluntad compartida de impulsar capacidad de transporte de gas entre ambos países». El representante de la Cámara también habla de «dos décadas de organización de jornadas y misiones comerciales especializadas en materia energética. En este marco, a principios de este año celebramos la I Jornada Hispano-Alemana de Hidrógeno Verde, que puso de manifiesto el potencial para establecer sinergias entre ambos países». Un círculo virtuoso en el que Alemania aporta financiación e infraestucturas y España, una ubicación privilegiada para producir hidrógeno renovable en grandes cantidades, «para autoabastecerse (afirma el representante institucional) y para exportar al norte de Europa y actuar como 'gate keeper' al importar hidrógeno del norte de África». Desde Siemens destacan, por su parte, acciones como las emprendidas por Siemens Gamesa y Siemens Energy, para producir hidrógeno verde directamente del viento mediante un proyecto que integra un electrolizador en un aerogenerador eólico marino (dentro de la iniciativa H2Mare, un proyecto pionero en el que participa activamente el Ministerio alemán de Educación e Innovación junto con más de 30 socios). «Se espera (señalan desde la empresa alemana) que el prototipo entre en funcionamiento entre 2025 y 2026. Siemens Gamesa, líder mundial en eólica marina, aporta su experiencia en aerogeneradores marinos, y Siemens Energy, su conocimiento en electrolizadores». Una inversión conjunta de 120 millones de euros durante cinco años y todo un desarrollo de innovación, ya que se reducirá el coste del hidrógeno verde al funcionar sin conexión a la red y «se accederá a más y mejores emplazamientos eólicos». Senderos de sostenibilidad José María González Moya, director general de APPA Renovables, subraya cómo «España y Alemania han sido líderes en el desarrollo renovable europeo, los que más electricidad generaron en 2021 con eólica y solar fotovoltaica. Pero el desarrollo de estas tecnologías, económicamente competitivas, debe ir acompañado de elementos que faciliten su gestionabilidad, almacenamiento, interconexiones...».González Mora fija el medio y largo plazo para que «el hidrógeno renovable sea un vector energético muy adecuado, para aprovechar los excedentes de generación eléctrica y poder alimentar nuestras industrias y necesidades térmicas. Por ello, debe haber buenas interconexiones físicas de transporte entre los países europeos». Desde la investigación, diversos proyectos europeos incluyen a Alemania y España en sus filas, desde los propios de APPA Renovables –como el reciente iDistributedPV (doce entidades de seis países comunitarios, como las alemanas Instituto Fraunhoffer y Exidei)–, los del CSIC o los de Imdea Energía, adscrito a la Comunidad de Madrid y que colabora en proyectos como (destacan desde la institución) «SH2E, con el centro de investigación Forschungszentrum Jülich GmbH; GreenDelta GmbH; Prodigio (junto al Instituto Alfred Wegener); Nontox, junto al Instituto Fraunhofer para Sistemas de Energía Solar ISE; con el Centro Aeroespacial Alemán (SFERA III) etc». Necesario impulso El presente y el futuro pasan, como indica Carlos Solé, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España, «por el impulso al desarrollo de las interconexiones gasistas de España con el resto de Europa a través de Francia. Es una opción clara para contribuir al cumplimiento de los objetivos europeos de reducir la dependencia del gas ruso, usando la capacidad excedentaria que tenemos en las plantas de regasificación». Solé apunta, además, a la importancia de España en esta actividad: «Contamos con una posición mejor que la de otros países para la producción de hidrógeno verde y el refuerzo de las interconexiones gasistas adaptadas al uso de hidrógeno permitiría extender ese beneficio al resto de países europeos». El caso de German-Spanish Solar Initiative fue una de las protagonistas del debate en la jornada 'El reto de la soberanía energética', celebrada en septiembre en la sede de la Cámara de Comercio Alemana para España, que lidera este proyecto junto a VDMA Photovoltaic Equipment, para impulsar la reconstrucción de una industria solar europea. Una asignatura a pasar con nota, como destacó, durante la presentación del evento, Žygimantas Vaiciunas, policy director del Consejo Europeo de Fabricación Solar (ESMC): «A pesar del 'Green Deal', del aumento de las instalaciones fotovoltaicas, del incremento de los precios de la energía, de los retos geopolíticos y de la lucha de la UE por la independencia energética, seguimos demostrando una capacidad de fabricación fotovoltaica muy baja. Si no se aplican las medidas adecuadas, el actual déficit comercial fotovoltaico podría aumentar de 7.900 millones a 15.000-20.000 anuales». Objetivo de la UE: instalar sistemas fotovoltaicos en los tejados de todos los edificios comerciales y públicos desde 2026 y en los nuevos edificios residenciales desde 2029. te puede interesar noticia noticia No La basura, materia prima para fabricar hidrógeno noticia No ¿Qué es el hidrógeno verde? ¿Cómo se obtiene y en qué podemos utilizarlo? La apuesta de España ante el gas Solarwatt España es uno de los activos colaboradores con la Cámara de Comercio Alemana en España para impulsar la recuperación de toda la cadena de valor de la industria fotovoltaica. «Algunas importantes empresas alemanas y españolas (destaca Ernesto Macías, su director general) estuvieron en esta industria en décadas anteriores y, ante la necesidad de asegurar la instalación de cientos de gigavatios en las próximas décadas, debemos rebajar la casi total dependencia actual de países fuera de nuestro continente. Solarwatt cumplirá 30 años en 2023 fabricando módulos fotovoltaicos en Dresde, e inauguramos dos nuevas fábricas de módulos y baterías, en alianza con el Grupo BMW, también en Dresde, con ambiciosos planes de crecimiento y todo el compromiso con esta muy necesaria iniciativa».