10 planes gratis para hacer en Arganda del Rey
- La Laguna de las Madres.
- Las Lagunas de la Esperilla.
- La Ermita de Valtierra.
- La Ermita de Vilches.
- La Casa de Vilches.
- La Casa del obispo Sancho Granado.
- La Casa del Rey.
- La Ermita en honor a Nuestra Señora de la Soledad.
- La iglesia parroquial San Juan Bautista.
- La Torre de telegrafía óptica.
Arganda del Rey es una bonita localidad y municipio de la Comunidad de Madrid, situada a 28 km de la capital. Conecta con Madrid por la línea 312 de Alsa, por la línea 9 de metro de TFM, por la autopista A-3 y por la autopista de peaje R-3.
Hoy te traemos los 10 planes gratis que no te debes perder en una escapada a Arganda del Rey:
1. La Laguna de las Madres.
Las industrias de extracción de áridos propiciaron la aparición de estas lagunas. Las Madres es el resultado de los restos de una antigua gravera recuperada por el Ayuntamiento de Arganda y la Comunidad de Madrid, a partir de un proyecto original de Amigos de la Tierra. Con una superficie de 24,4 hectáreas, esta zona es un buen ejemplo de restauración ambiental, que ha traído beneficios ambientales y sociales a la ciudad.
2. Las Lagunas de la Esperilla.
Son un conjunto de lagunas al oeste de Arganda, cerca de la carretera de Chinchón la M-506. Son una reserva natural y el acceso al público no está permitido, a pesar de que algunas de estas lagunas contaban con instalaciones turísticas -como el camping Los Lagos, y dos lagunas ocupadas para carros acuáticos.
3. La Ermita de Valtierra.
Situada en la antigua villa medieval de Valtierra, la ermita de estilo mudéjar fue construida en la primera mitad del siglo XIII. Actualmente, en estado de ruina, sólo quedan parte del muro oeste, la fachada norte, y el muro sur.
4. La Ermita de Vilches.
Edificio de estilo barroco del siglo XVII. Los restos fueron encontrados a 3 kilómetros de la localidad de Arganda.
5. La Casa de Vilches.
Situada junto a la ermita del mismo nombre, fue construida durante el reinado de Felipe IV entre 1621 y 1665. En el pasado tuvo una de las mejores bodegas de la ciudad y actualmente todavía se encuentra en buen estado de conservación.
6. La Casa del obispo Sancho Granado.
Es la única casona que queda de todas las que poblaron el centro histórico. Data del siglo XVIII, con portada barroca con frontón partido rematado por un escudo nobiliario. Sancho Granado fue obispo de Salamanca entre 1730 y 1748, año de su muerte.
7. La Casa del Rey.
Construida en el siglo XVI como alojamiento del rey Felipe III, fue encargada por el entonces embajador alemán, Hans Khevenhüller y Wolf, quien tenía una buena relación con la corte de Felipe III, así en 1594 adquirió una finca en las afueras de la ciudad; inmediatamente después se iniciaron las obras bajo la dirección del italiano Patricio Caxés que se terminaron tres años después.
8. La Ermita en honor a Nuestra Señora de la Soledad.
Edificio barroco de planta de cruz latina de una sola nave. Tiene bóveda de cañón con lunetos en la nave longitudinal y cúpula de medio punto sobre pechinas en el crucero. Fue construida entre 1658 y 1668, fue ampliada y remodelada entre 1733 y 1736.
9. La iglesia parroquial San Juan Bautista.
Fue construido entre 1696 y 1714 sobre la antigua iglesia renacentista de 1525 a 1588 por el arquitecto Gil de Sopeña. Es un edificio con mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco, de planta rectangular, con tres naves, siendo la central la más ancha. Al muro de poniente se adosa la torre cuadrada, obra del arquitecto Pablo Vallejo.
10. La Torre de telegrafía óptica.
Quizás la construcción más singular y también la menos conocida de Arganda sea la que se encuentra en una de las cotas más altas del municipio a 763 metros entre la Carretera de Valdilecha y la antigua Carretera de Valencia, en el lugar denominado El Telégrafo. Arganda tiene la suerte de conservar este edificio que funcionaba con un sistema de transmisión conocido como telegrafía óptica, que se originó en la época de la Revolución Francesa, hacia 1794 pero que no llegó a España hasta 1844 durante el reinado de Isabel II bajo el gobierno de Narváez tras la aprobación de la Real Cédula de 1 de marzo de 1844. La idea original era unir Madrid con todas las capitales de provincia, fronteras y ciudades costeras. De las diversas líneas proyectadas sólo las de Madrid-Cádiz, Madrid-Irún, y la correspondiente a la Torre de Arganda, se construyó la línea destinada a unir Madrid con la frontera francesa: Madrid-Valencia-Barcelona-La Junquera, pero finalmente sólo se puso en marcha el sector Madrid-Valencia.