En un viaje reciente, noté el deterioro de mi inglés. Cada vez recurro más al traductor de Google que viene como extensión de Chrome. Antes, el traductor cometía muchos errores y era de risa. Pero ha mejorado muchísimo y hoy conozco sus pifias y hasta me divierte pasar de uno a otro idioma para ver qué sutilezas es capaz de reconocer. Pero, como leo más rápido en español y con el traductor puedo leer ruso, alemán o chino, estoy sufriendo el 'efecto GPS' que es el que se produce cuando subimos a un coche: se enciende el navegador y se apaga el cerebro del conductor. Esta pérdida de habilidades cognitivas a cuenta de la mejora tecnológica es evidente con el móvil. ¿Cuántos números somos capaces de recordar? Confieso: muy pocos, aunque todavía recuerdo el número fijo de casa de mis padres en mi Chile natal: 699 44 35. La extraordinaria mejora de los traductores y de los programas de reconocimiento de voz y transcripción automática se debe al avance de la Inteligencia Artificial (IA) . La semana pasada Microsoft anunció que su buscador Bing, que siempre ha sido un segundón en un mundo dominado por Google, integrará la tecnología de ChatGPT en su operativa. Este chatbot, desarrollado por la firma OpenAI se ha hecho muy popular desde su presentación el 30 de noviembre del año pasado. Cientos de periodistas lanzándole las preguntas más traicioneras posibles, buscando argumentos que les permitan decir que la IA es tonta y nunca podrá ocupar su sitio en las redacciones, han contribuido a esta popularidad. No se dan cuenta de que el ataque viene por otro lado. Dejándome sin mi pobre, aunque útil, inglés, por ejemplo. La relación de Microsoft con OpenAI es larga. Esta empresa, cuya misión declarada es desarrollar una IA de fácil acceso que «beneficie a toda la humanidad» fue creada en 2015 por Elon Musk y Sam Altman entre otros inversores. Altman es hoy su consejero delegado. En 2019, Microsoft invirtió 1.000 millones de dólares para desarrollar servicios en la plataforma Azure, el equivalente de Cloud de Google o de AWS de Amazon. Entonces, los ejecutivos de OpenAI dijeron que coincidían con el gigante del software en que ellos querían democratizar la IA tal como Bill Gates había hecho con la informática personal . Noticia Relacionada estandar No La inteligencia artificial ChatGPT podría aprobar el examen para ejercer como médico en Estados Unidos Rodrigo Alonso Una investigación demuestra que el sistema consiguió una tasa de aciertos cercana al aprobado en las pruebas del USMLE. No obstante, la IA sigue teniendo algunas limitaciones La alianza con OpenAI, renovada este enero, posiciona a Microsoft junto al líder en el desarrollo de la IA. Esta veterana compañía lleva años administrando su hegemonía y creando una base de ingresos recurrentes, pero había perdido el brillo de la innovación. Google, que es el emperador de la galaxia, se ha sentido amenazado. Sundar Pichai, su consejero delegado, ha respondido presentando Bard, un servicio de IA conversacional basado en su tecnología experimental LaMDA. El abuelo de LaMDA y de ChatGPT es Transformer, un modelo de aprendizaje profundo que fue propuesto en 2017 como una mejora sobre el desarrollo de IA basado en redes neuronales recurrentes. Bard, sin embargo, aún no está disponible. ¿Qué olvidaremos tras esta batalla? jmuller@abc.es