FMI: el respaldo de Estados Unidos para acelerar desembolsos y el reclamo de Alberto a Lula
La administración de Joe Biden apoyaría que se aceleren los desembolsos para Argentina en el Fondo Monetario Internacional (FMI) si el país acuerda un cronograma con el organismo, aseguró la agencia Bloomberg en base a fuentes cercanas a la negociación. Por otra parte, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, confirmó gestiones para que Argentina pueda acceder a más financiamiento multilateral.
Una avanzada del Ministerio de Economía negocia en Washington DC el adelantamiento de los giros y nuevas metas en base al efecto de la falta de lluvias que impactó en la acumulación de reservas y en los ingresos fiscales. "Estados Unidos apoyaría adelantar los pagos porque ve la necesidad de evitar que la crisis económica de Argentina empeore", indicó sobre la negociación Bloomberg.
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Negociación con el FMI: test y nuevas caras en la discusión por las metas y giros
En base al programa actual, Argentina debería recibir u$s 10.600 millones entre junio y diciembre en desembolsos del Fondo. El pedido del Gobierno fue anticipar los giros a junio para reforzar las reservas frente al impacto de la sequía que representará unos u$s 20.000 millones menos.
Stanley indicó que buscan ampliar "la caja de herramientas" para mejorar el financiamiento argentino
En un charla compartida con el embajador argentino en EE.UU. Jorge Argüello, el representante de la Casa Blanca en Buenos Aires ponderó la buena relación entre los dos países. "La reunión entre Joe Biden y Alberto Fernández estuvo muy bien. El vínculo que tienen es muy bueno y tuvimos una discusión muy seria sobre los desafíos y oportunidades, los recursos que la Argentina tiene, la exportación del shale, los minerales raros", remarcó en base al litio.
Acceso a créditos para Argentina
Stanley aseguró que Estados Unidos intenta "ayudar a Argentina que es un país de medianos ingresos para que accedan a nuevo financiamiento, que generalmente está reservado a países de bajos ingresos. Podemos ir a los EXIM banks (bancos de Exportación e Importación), al Banco Mundial, pero necesitamos más herramientas. Es lo que estamos trabajando", detalló en un evento del Inter-American Dialogue esta tarde.
En una charla dominada por el rol de China y las negociaciones para que el litio argentino acceda al mercado estadounidense, Stanley reconoció que el gigante asiático "tiene financiamiento rápido pero esos proyectos muchas veces vienen con condiciones. Tiene la posibilidad de generar acuerdos más rápidos pero nosotros tenemos que trabajar en nuestra caja de herramienta para mejorar esa participación".
El embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, defendió gestiones por el litio
Por otra parte, consideró que los argentinos deberían definir "dónde quieren que juege Estados Unidos" y anticipó que se preparan las herramientas para que se pueda tomar esa definición. "Estamos trabajando en un paquete que es muy competitivo", anticipó Stanley en el evento Ambassador Dialogues: US-Argentina Relations.
Negociación por el litio
Por otra parte, Argüello confirmó -como anticipó El Cronista- la negociación para que el litio argentino pueda entrar con preferencias en los Estados Unidos. "Estamos dialogando todos los días con distintos sectores pero necesitamos colaboración. Somos el segundo proveedor de litio pero existe una condición que para poder entrar al mercado hay que tener un acuerdo de libre comercio (TLC) con Estados Unidos", enfatizó el embajador.
El reclamo de Alberto a Lula
El mandatario brasileño Lula Da Silva también prometió tras la bilateral del martes en la negociación con el FMI. Usó la frase "le vamos a sacar el cuchillo del cuello a la Argentina". La razón detrás de esa elección de palabras fue la queja que le transmitió Alberto Fernández sobre la silla que ocupa Brasil en el directorio del Fondo Monetario.
El apuntado fue Afonso Bevilacqua, el director brasileño que fue designado por Jair Bolsonaro y quien es uno de los detractores que encuentra la Argentina a la hora de avanzar en las negociaciones. El funcionario representa a 9 países, según destacó O Globo y el mandato dura dos años, por que Lula no puede destituirlo aunque quisiera.