Un Mundial de tropiezos
El Mundial de judo cerró en Doha el domingo con la competición por equipos ganada por —¿quiénes si no?— la potente escuadra japonesa, pero la actuación de Cuba, que el sábado había visto escurrirse con la derrota de Andy Granda en más de 100 kilogramos (kg) su última posibilidad de medallas a nivel individual, pudiera calificarse en general como gris, habida cuenta de la carestía inesperada de resultados positivos de la gran mayoría de las figuras que salieron al tatami.
En el caso de Granda, representaba una de las principales esperanzas del elenco de la Isla de subir al podio, sobre todo si se tiene en cuenta que era el vigente monarca del orbe, mas no pudo enderezar el rumbo de una temporada que le ha mantenido a «media máquina» por las lesiones y las limitantes físicas.
Si a eso le sumamos la ausencia de Idalys Ortiz (+78 kg), entonces el gran candidato a preseas por Cuba en Doha era Iván Silva, quien realizó un torneo digno. Quedó quinto el matancero y su imagen fue la de un excelente competidor que puede ganarle a cualquiera en el mundo, aunque su división es una de las más fuertes del judo y el desgaste de las definiciones en regla de oro le privó de llevarse el bronce.
De los demás, poco es destacable a estas alturas en que ni siquiera en colectivo pudo la Isla avanzar más allá del primer reto del organigrama. Casi todos cayeron en sus primeras salidas y ni una sorpresa positiva puede contarse entre las actuaciones de los cubanos en uno y otro sexo.
Todo este cúmulo de situaciones redondea una cita universal en blanco para Cuba y la muestra evidente de que ya los nuestros no poseen el poderío de antaño y deberán trabajar bien duro para al menos competir al máximo nivel nuevamente.
El domingo los discípulos de Yordanis Arencibia y Julio Alderete tuvieron otra oportunidad de maquillar su paso por Doha cuando afrontaron el evento por equipos, en el cual cayeron por marcador general de 4-3 ante el conjunto de Países Bajos.
A partir de ahora, tocará pasar página y encaminar la preparación de cara a las citas multideportivas regionales, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los Panamericanos de Santiago de Chile, en los cuales el judo deberá asumir el papel histórico que posee de aportar medallas a la clasificación general por países.