Tuve un choque ‘laminero’: Aseguradoras aceptarán fotos como pruebas del accidente
El secretario de Movilidad, Andrés Lajous Loaeza, informó que el gobierno capitalino realizó un convenio con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), para agilizar la atención de seguros en casos de un choque laminero.
Lajous detalló que el nuevo convenio las unidades podrán moverse del lugar sin que con esto pierdan su derecho de reclamación al seguro. Además, cuenta con un apartado sobre el intercambio de información para verificar la condición de los seguros que tienen los vehículos que participan en estos hechos de tránsito.
Juan Patricio Riveroll, presidente de la AMIS, detalló que dentro del protocolo, los implicados en un choque “laminero” deberán tomar fotografías para determinar responsabilidades y, de esta forma, hacer válido el seguro del automóvil.
¿Qué es un choque ‘laminero’?
Alrededor del 80 por ciento de los siniestros viales son conocidos como “lamineros”, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Se les llama choques “lamineros” cuando los siniestros de los vehículos son relativamente leves, en donde solo los vehículos son afectados, no hay personas lesionadas, ni daños a bienes públicos, detalló Andrés Lajous, durante la conferencia de prensa de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
“Estos hechos de tránsito no son graves, pero a veces ponen en riesgo a las personas que están parados en la calle esperando a que llegue el seguro, sobre todo, en vías primarias o vías de acceso controlado. También a las personas que cruzan estos puntos y que a veces están bloqueando el flujo peatonal. Pueden ocasionar un tránsito vehicular lento, porque están ocupando un carril entero y, por supuesto, embotellamientos dependiendo de las vialidades”, expresó.
¿Cuáles son los cuatro requisitos para aplicar esta nueva regla?
Lajous mencionó que los autos podrán moverse del lugar del choque sin perder el derecho de reclamación del seguro solo si:
- No hay lesionados.
- Solo hay daños materiales en los vehículos privados.
- Ninguno de los conductores se encuentra bajo el influjo de alguna sustancia o en estado de ebriedad.
- No hay daño a la vía pública.