Cuatro trucos para proteger tus macetas con las heladas de invierno
El frío puede ser el mayor enemigo de nuestras plantas, que de un día para otro podrían morir
Con el mes de diciembre, y en especial los días de Navidad, se intensifican las heladas. El frío cada vez es mayor y no solo somos propensos a coger más enfermedades como la gripe o covid, sino que nuestros animales o plantas pueden verse peligrosamente afectados. Así, proteger los tiestos o macetas durante el invierno es importante para preservar las plantas y evitar daños causados por las bajas temperaturas.
Uno de los mejores trucos para proteger los tiestos en invierno es agrupar las macetas. Es decir, coloca las macetas juntas en un área resguardada del viento y las bajas temperaturas, ya que esto puede proporcionarles cierta protección térmica. Así, estas deben estar colocadas cerca de paredes, cercas u otras estructuras que puedan proporcionar cierto resguardo contra el viento frío.
Otra opción es rodear las macetas con materiales aislantes como paja, heno o incluso burbujas de plástico para ayudar a retener el calor del suelo y protege las raíces de las plantas.
Por otro lado, podemos utilizar fundas o mantas durante las noches más frías, siempre que nos aseguremos de retirar las cubiertas durante el día para permitir la ventilación. Debemos evitar el Encharcamiento y que las macetas tengan un buen drenaje para evitar que el agua se acumule y se congele, lo que podría dañar las raíces.
Así, también es bueno elevar las macetas y colocarlas sobre soportes o elevadores para alejarlas del suelo frío y reducir la exposición directa a las bajas temperaturas.
Por último, siempre nos queda la opción de haber realizado una poda ligera de las plantas antes del invierno para reducir la carga en las raíces y cubrir las plantas más sensibles con telas especiales para protegerlas del frío extremo. O moverlas al interior de nuestros hogares, pues si las plantas en macetas son lo suficientemente pequeñas y adecuadas para el interior, considera trasladarlas a un lugar protegido, como un invernadero o el interior de tu hogar, durante la temporada de invierno.