La economía de Milei: entre la euforia por los gemelos y la ansiedad por las señales pendientes
El Gobierno superó el mojón de los primeros 100 días de gestión con la necesidad de acelerar los tiempos para que los buenos resultados recogidos en materia fiscal y comercial, que despertaron la euforia en el mercado, evolucionen lo antes posible en señales positivas en la lucha contra la inflación y el deterioro de la actividad económica que contengan la erosión del respaldo social a la presidencia Javier Milei.
La caída del riesgo país y la mejora de la calificación crediticia, junto a la fuerte suba de bonos y acciones, asoma hoy como un voto de confianza de los actores del sector financiero que consideran al regreso a los superávit gemelos en el primer bimestre, acompañado por la recomposición de reservas del Banco Central, como una ratificación de que la administración nacional no piensa apartarse de la estrategia económica trazada, más allá de los inconvenientes políticos que ha registrado a la hora de tratar sus proyectos en el Congreso.
Sin embargo, el propio Milei es conciente de que la herencia recibida y el propio camino elegido para dejarla atrás enciende luces de alerta que necesita atender lo antes posible.
Según reveló ayer el Indec, el Producto Interno Bruto retrocedió 1,6% el año pasado, hasta ubicarse en un nivel similar al registrado en 2011. Y tanto el ajuste del gasto, por recorte directo y efecto inflacionario, como la fuerte caída de las importaciones que contribuyeron a poner este año en números azules las cuentas fiscales y la balanza comercial, muestran que esa contracción de la economía se profundiza. El consumo se achicó, la construcción se detuvo, la producción retrocedió y los datos de pobreza crecieron.
"Yo tengo claro que siete de cada diez argentinos la están pasando peor", reconoció días atrás Milei y resaltó que esa misma proporción confía en que podrá bajar la inflación. A esa demanda responde la postergación de aumentos tarifarios, con la intención de que ya el mes próximo pueda dar a conocer que la inflación bajó a un dígito, desde el 25,5% con el que estrenó su primer mes de mandato.
Así, espera poder ofrecerle a esos argentinos una señal que corrobore su promesa de que "esta vez el esfuerzo tiene sentido" y que la estrategia dará sus frutos, mientras avanza en su idea de levantar el cepo cambiario y, sobre todo, volver a negociar con la oposición las reformas que permitan activar la recuperación económica. De por medio están el cambio en la fórmula de actualización jubilatoria, el paquete fiscal y la reforma laboral, entre otros. Capítulos que definirán el futuro de una gestión que recién lleva apenas un centenar de días.