Raúl, de las lágrimas a la oportunidad por la baja de Budimir

Raúl García de Haro se hinchó de hacer goles (19) y de dar asistencias (8) en la temporada 2022-23 en las filas del Mirandés, en Segunda. Llamaba con fuerza a las puertas del primer equipo del Betis pero la visión deportiva del cuerpo técnico y la necesidad económica de la entidad llevaron a una decisión clara: ponerlo en el mercado para un traspaso. Osasuna apostó fuerte por el canterano verdiblanco y pagó seis millones de euros por el 65 por ciento de sus servicios, a lo que habría que añadir 1,5 millones más en variables por rendimiento. Su cláusula se elevaba a los 50 millones. La jugada suponía un riesgo para el Betis, dado que traspasaba a un atacante prometedor, con enormes cifras en su presentación en Segunda y que con su 1,91 se mostraba dominante en el área. Willian José y Borja Iglesias superaban ya la treintena y el gol se pagaba caro. Sin embargo, la temporada daba la razón a la decisión verdiblanca de dejar marchar a Raúl. No ha sido el curso esperado del olesano, que hasta la fecha sólo ha celebrado tres goles en 34 partidos oficiales. Lo pasó indudablemente mal Raúl, que no pudo marcar hasta diciembre ante el Rayo. Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas . Antes se había encontrado con acciones desafortunadas, el VAR o diferentes errores. Incluso El Sadar le ovacionó animándole una vez. Marcó ante el Rayo y siguió contra Mallorca y Getafe. Tres goles en cuatro partidos. Entonces Osasuna compró un diez por ciento más de sus derechos en el marco del traspaso de Chimy Ávila al Betis. Pero ahí se frenó la vena goleadora. Desde el 21 de enero no ha vuelto a marcar. Ha sido el gran año de Budimir , que le ha tapado la puerta, pero el croata está lesionado y hoy no jugará. Raúl tiene la oportunidad de reivindicarse en este final de temporada para poner en su sitio los números que se esperaban en su aportación. Osasuna no es club de grandes dispendios y la apuesta por sus servicios ha pesado. Las críticas recibidas por el canterano bético se centran en que a veces ha estado demasiado desconectado del juego y ha tenido menos presencia en el área de lo esperado. En todo caso tiene contrato hasta 2028 y el futuro dirá. Para el duelo de hoy es el máximo peligro contra el Betis y está por ver si se aplica la ley del ex que dice que suele marcarle a sus anteriores equipos.