El reciclaje sí es cosa de «Silvers»

Perseverantes, positivas, buen estado físico y mental, con poder adquisitivo, empoderados, ahorradores... Los «silver» nacidos entre 1958 y 1977, también conocidos como la Generación Senior, se han convertido en un pilar esencial de nuestra sociedad. Y por si todas las características mencionadas no fueran ya suficientes, además, son los más comprometidos con el reciclaje. Así lo señala el úl- timo estudio de Kantar realizado para Ecoembes: los mayores de 50 constituyen un 61,9% de los hogares recicladores. «En cierta forma llevamos toda la vida aplicando lo que podríamos llamar econo- mía doméstica. De pequeños nos acostumbramos a una economía de carestía, a aho-rrar recursos, a consumir con lógica, a reutilizar... Cuando en los noventa empezamos a separar los residuos en diferentes contenedores fue una novedad pero también me pareció, más allá de proteger el planeta, una forma de seguir haciendo las cosas con cabeza. Nos llegó en un momento en que por edad ya teníamos familia y fue sencillo inculcar el hábito de reciclar en los hogares y, ahora, les toca hacer lo mismo a nuestros hijos con sus familias», explica Eduardo Fernández. Quizás por ello, por el hecho de que muchos de los hijos ya han dejado el hogar de sus padres la composición de los hogares recicladores suele estar formada por dos o menos personas. Y, además, se concentran en los municipios de más de 100.000 habitantes. El estudio también señala que el 89% de los hogares que reciclan lo hacen porque lo consideran útil. «Al principio no tenía muy claro para qué servía separar los residuos en casa y luego depositarlos en los contenedores amarillos o azules. Pero yo creo que a estas alturas todos sabemos que gracias a ello no solo no acaban en los vertederos, sino que pueden convertirse en nuevos objetos, como botellas de plástico recicladas, cartón reciclado o incluso mobiliario», señala Eva Sacristán, mientras deposita en el cuarto comunitario de los cubos de basura una bolsa amarilla con envases de plásticos, algunas latas de metal y briks. Coincide con otro vecino, Francisco González: «Llevo una bolsa amarilla con envases de plástico y otra de orgánico para el contenedor marrón», y señala hacia el pasillo «he dejado el cartón para echarlo en la calle al contenedor azul. En casa somos cinco y con todos los residuos que generamos y los cubos que tenemos en la cocina parecemos un centro de reciclaje», bromea. Más de tres cubos Y es que, cada hogar reciclador tiene de media 3,4 cubos destinados a separar residuos, situándose el amarillo (para envases de plástico, madera, metal y briks) como segundo espacio más frecuente en los hogares españoles para el reciclaje, solo por detrás del cubo de restos. No obstante, aunque la foto completa es positiva, ya que 8 de cada 10 hogares españoles afirman reciclar, todavía hay que mejorar: un 19,5% admite no hacerlo siempre correctamente. Esto se ve reflejado en los datos de residuos erróneos o impropios que llegan a los diferentes contenedores. En el caso del amarillo el 31,9% de los residuos que se depositaron en ellos en el año 2023 no eran envases. Y es que todavía hay residuos que generan dudas a la hora de deshacerse de ellos. Es el caso, por ejemplo, de los envases y bandejas de aluminio, las de porexpan, los aerosoles y los juguetes de plástico. Los tres primeros van al contenedor amarillo, mientras que los juguetes de plástico, si no se les puede dar otra vida, deben ir al contenedor de restos. «El reciclaje es la práctica ambiental más consolidada entre la ciudadanía española pero somos conscientes de que no basta. Un futuro sin residuos pasa por impulsar la reducción, la reutilización y luchar contra el abandono de basuraleza además, por supuesto, de seguir reciclando más y mejor», deja claro Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.