No todo va mal
Todo va mal para las democracias, pienso a veces. La española en primer lugar. Su gobierno (inmerso en una peligrosa deriva autocrática) ha comprado el marco mental del social–comunismo y se lo vende a los ciudadanos que, embobecidos por la abundancia y el progreso que sólo es capaz de generar el (odiado) capitalismo, conspiran contra sí mismos apuntándose a un cóctel destructivo y siniestro: tribalismo, colectivismo, religión woke, mujerismo, sindicalismo a sueldo, prostitución de la Justicia, compra de votos disfrazadas de ayudas sociales, y el contubernio corrupto con medios de co ...