Hay un Madrid de sensaciones. Un Madrid que por Huertas no homenajea como debiera a sus eminentes vecinos (Lope, Cervantes, el cojitranco...) en un diálogo histórico que hay que reformular cuando se pueda. Hoy mismo. Ese Madrid, justo, donde en la tabernita La Fetén, de las más añosas, pasaban las horas muertas con Celia Cruz en bucle. Las sensaciones son las que conforman una ciudad, y así me ha hecho ser sensitivo de lo que hay y de lo que no hay. La Gran Vía , que es un Guadiana en mi vida; que me da pánico y a la vez la vida. Como a Morante cada vez que pisa el coso de Pontevedra. Noticia Relacionada LAPISABIEN opinion Si De...
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