Tanta desgana observo en el partido , compañeros, que por doler me duele hasta el aliento de los mítines. Catedrática mía, Begoñita, acércame el colutorio anestesiante. Os siento desapegados, vosotros no me amáis como decíais que me amabais, como yo merezco ser amado. Hubo un tiempo en que cuando Mi Persona iba a entrar en el Consejo de Ministros , la de Hacienda, que tiene la voz cazallosa de tanto alabarme a gritos, doblaba la rodilla ante mí y me besaba la mano. ¿Cómo iba a contrariarla? Noticia Relacionada estandar No El PP gana por primera vez las elecciones europeas en la provincia de Córdoba Francisco Poyato Obtiene 16 puntos más, y saca 24.000 votos a los socialistas, que sí...
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