A
ntonio Carlos Ortega es un gran entrenador. No solo lo acreditan las dos
Champions en tres años en el
Barça, ni los 6 de 7 títulos posibles de la actual temporada en la que, para más inri, perdió al mejor pivote del continente (
Ludovic Fábregas) y se le lesionaron dos centrales como
Makuc y
Valera. Le recortaron el presupuesto y el equipo ha dado una exhibición de balonmano moderno en Colonia. Bravo por él. Ahora no tendría sentido, ningún sentido, que le echasen del banquillo del Palau. Como tampoco lo tuvo, cuando Laporta llegó a la presidencia, que se cargase a
Xavi Pascual, que había hecho la temporada perfecta, es decir, no solo ganando todos los títulos en juego sino todos los partidos de la temporada, una gesta jamás vista.
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