Si sos de las personas que suelen olvidarse cosas como dónde dejaron las llaves o los nombres de los lugares, no te asustes, los especialistas aseguran que es normal.
Según las psicólogas Megan Sumeracki y Althea Need Kaminske, el olvido es una función natural y beneficiosa para el cerebro. Contrario a lo que solemos pensar, evidencia una salud cerebral y es esencial para su funcionamiento adecuado.
Olvidarse cosas no es necesariamente un fallo de nuestro sistema cognitivo, al contrario de lo que la mayoría de las personas creen. Por el contrario, desempeña diversas funciones importantes, según explican los expertos del sitio web Alimente El Confidencial.
El olvido contribuye a nuestra eficiencia cognitiva al actuar como un filtro en un mundo saturado de información, permitiéndonos concentrarnos en lo esencial.
El olvido no siempre es un defecto, sino que cumple funciones importantes en el funcionamiento del cerebro. (Foto: Freepik)
Además, el hecho de tener perdidas de memoria de cosas pequeñas fomenta nuestra adaptabilidad al liberar espacio para nuevos conocimientos en un entorno dinámico y cambiante.
Es común que olvidemos detalles como nombres o contraseñas antiguas, dado que nuestro cerebro tiende a dar prioridad a la información que considera más relevante y que utilizamos con mayor frecuencia en nuestra vida diaria.
Este proceso de selección y priorización de la información es fundamental para optimizar el funcionamiento de nuestro sistema cognitivo, permitiéndonos manejar eficientemente la gran cantidad de datos a los que estamos expuestos constantemente.
La capacidad de olvidar información obsoleta es crucial para mantenernos actualizados y adaptarnos a un entorno en constante cambio. (Foto: Freepik)
Reglas nemotécnicas: utilizar reglas mnemotécnicas puede facilitar la memorización al asociar la información con imágenes o palabras clave.
Acrónimos: crear acrónimos ayuda a condensar información compleja en una forma más fácil de recordar.
Visualización: convertir la información en imágenes mentales vívidas puede hacer que sea más memorable.
Fragmentación: dividir la información en partes más pequeñas y manejables puede facilitar su asimilación y recuerdo.
Repetición y práctica: revisar y practicar regularmente la información que deseamos recordar, refuerza las conexiones neuronales, lo que aumenta la durabilidad de los recuerdos.
Concentración: es fundamental para la memoria. Reducir las distracciones y prestar atención completa al material que estamos intentando recordar, mejora la retención de información.
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