El Senado de Italia da un primer paso instaurar la elección directa del primer ministro
Italia da el primer paso hacia la elección directa del primer ministro en las urnas. Una reforma histórica que la primera ministra Giorgia Meloni definió “la madre de todas las reformas”, y que ha creado un clima de tensión en el Parlamento y ha unido a toda la oposición en contra.
Con 109 votos a favor, 77 contrarios y una abstención, el proyecto de ley constitucional bautizado en Italia como 'premierato' fue aprobado este lunes en el Senado. “Un primer paso adelante para fortalecer la democracia, dar estabilidad a nuestras instituciones, poner fin a los juegos palaciegos y devolver a los ciudadanos el derecho a elegir quién los gobierna”, celebró la jefa del Ejecutivo.
El texto pasará ahora a la Cámara de los Diputados, si bien en total serán cuatro las lecturas previstas en ambos órganos. Además, al tratarse de una reforma constitucional y no contar con la aprobación de los dos tercios del Parlamento, tras su aprobación definitiva deberá ser sometido a un referéndum popular.
La reforma establece el límite de dos mandatos consecutivos de cinco años, cancela los senadores vitalicios e introduce un premio a la mayoría parlamentaria, entre otras iniciativas. Según la primera ministra, el objetivo es evitar gobiernos técnicos como los de Mario Monti en 2011 o el de Mario Draghi durante la pandemia, y garantizar estabilidad en un país donde los Ejecutivos tienen una duración media de 13 meses. Para la oposición, en cambio, se trata de un ataque a la figura del presidente de la República y sus prerrogativas, entre las que se encuentra el poder de disolver las Cámaras y conceder el encargo para formar gobierno. Una figura de consenso muy respetada en Italia que con la reforma pasará a convertirse en una suerte de notario sin voz ni voto.
La iniciativa despertó la indignación de la oposición, que ayer por primera vez se manifestó unida en las calles de Roma para mostrar su rechazo, con la excepción de Italia Viva, el partido centrista del ex primer ministro, Matteo Renzi.
La secretaria del Partido Democrático, Elly Schlein, denunció que el Gobierno Meloni está “forzando su mano e intentando socavar fundamentos democráticos” de la Constitución italiana e invitó a los ciudadanos, a las fuerzas sociales, cívicas y democráticas a sumarse a la iniciativa. “No permitiremos que la unidad y la cohesión nacional se vean comprometidas”.
La oposición critica el clima de tensión que se ha creado en el Parlamento a causa de las reformas emprendidas por el Ejecutivo de Meloni, que además del 'premierato', aspira a aprobar en esta legislatura una polémica reforma de la Justicia criticada por la magistratura e introducir la ley sobre la autonomía fiscal –histórico caballo de batalla de la Liga de Matteo Salvini--, que pretende acelerar en el federalismo y facilitar que las regiones del norte asuman mayores competencias. Una reforma, esta última, que según el Gobierno permitirá “superar las brechas entre los territorios y garantizar a todos los ciudadanos los mismos derechos”, mientras que para la oposición favorece a las regiones del norte frente a un sur cada vez más empobrecido.
Los ánimos están tan encendidos en Italia a propósito de la agenda reformadora de Meloni, que las semana pasada varios diputados de los partidos de la coalición de Gobierno, la Liga y Hermanos de Italia, golpearon a otro de la oposición en medio de una bochornosa trifulca que acabó con el representante del Movimiento Cinco Estrellas en el hospital culpable de haber exhibido la bandera italiana.
Una agresión que la primera ministra justificó como respuesta a una “provocación”, y que el líder del M5E y ex primer ministro, Giuseppe Conte, denunció ayer durante la manifestación que concentró a miles de personas en Roma en contra del Gobierno. “Si para Meloni y sus socios la bandera italiana es una provocación, la ondearemos más fuerte”, lanzó.