El impacto del incremento del salario mínimo en los indicadores socioeconómicos: un análisis poselectoral
Hoy abro un espacio para analizar los indicadores económicos, sociales y laborales que pueden ofrecer una perspectiva más clara sobre los resultados de las elecciones pasadas. Uno de los aspectos más relevantes es el incremento del salario mínimo durante este sexenio, un cambio sin precedentes en comparación con administraciones anteriores, el cual tuvo impactos significativos en diferentes variables que miden el bienestar de las y los trabajadores.
Durante el sexenio actual, el salario mínimo experimentó un incremento que no tiene comparación. Ha sido significativo no solo en términos porcentuales y en su impacto real en la vida de las personas trabajadoras, beneficiando directamente a quienes más lo necesitan. Es importante contrastar este incremento con los sexenios anteriores; mientras que el salario mínimo creció en 116% en términos reales en el gobierno de la 4T (lo que implica que está por arriba de la inflación), en el gobierno de Fox lo hizo solo 3.2%, en el de Calderón 0.5% y en el de Peña Nieto 13.8%.
Por otro lado, uno de los datos más sorprendentes es que el ingreso del 10% más pobre de la población trabajadora aumentó un 98.8% en este sexenio. Para poner esto en perspectiva, durante el sexenio de Fox, el ingreso de este grupo subió un 25.7%, con Calderón disminuyó un 0.7%, y con Peña Nieto subió solo un 8%. Este notable incremento es un reflejo de la mejora en los salarios y del esfuerzo concertado para elevar el nivel de vida de las personas trabajadoras más vulnerables.
El ingreso promedio de toda la población ocupada, incluyendo a las y los trabajadores informales, aumentó un 17.4% en este sexenio. Con Calderón y Peña Nieto cayó 10.3% y 1.2% respectivamente. Este aumento generalizado sugiere que las políticas económicas han tenido un efecto positivo más amplio en la economía del país, beneficiando a una mayor proporción de la población. Esto es clave, si la mayor parte de la población ha observado una diferencia notable en sus bolsillos, es entendible el resultado electoral del pasado 2 de junio.
Todas estas cifras están por arriba de la inflación; es decir, estamos comparando cuánto subió el salario mínimo y el ingreso de los hogares por arriba de la inflación. Existe la creencia de que el costo de la canasta básica se ha incrementado más que el salario mínimo y el ingreso, pero esto no es así. De hecho, un estudio elaborado por la Conasami el año pasado muestra que el salario mínimo, entre diciembre de 2018 y septiembre de 2023, se había incrementado 135% y los salarios promedios del sector formal lo hicieron en 50%. En contraste, la inflación en el mismo periodo se incrementó 27% (la inflación de la canasta básica). Y si solo comparamos con los productos agropecuarios (solo alimentos), el incremento de estos es de 35%. Es decir, en todos los casos los ingresos de los hogares con población trabajadora formal y de los que ganan el salario mínimo tuvieron incrementos por arriba de estos costos.
Otros dos temas relevantes para entender los resultados de la elección del pasado 2 de junio son los saldos en pobreza y desigualdad. A pesar de los desafíos presentados por una de las peores pandemias de la historia, la pobreza laboral ha disminuido. Durante este sexenio la pobreza laboral cayó 4.9 puntos porcentuales. En contraste, con Calderón la pobreza laboral aumentó, y con Peña Nieto solo se redujo en 2 puntos porcentuales. Este descenso en la pobreza laboral es un indicador claro de la efectividad de las políticas implementadas para mejorar las condiciones de trabajo y el bienestar de la población.
Y finalmente, la desigualdad, medida a través del coeficiente de Gini del salario de las personas trabajadoras, cayó un 18.4%, marcando una caída histórica. Durante el sexenio de Fox, la desigualdad disminuyó 5.3%, con Calderón aumentó 3.2%, y con Peña Nieto disminuyó 2.1%. Esta reducción significativa en la desigualdad salarial es un indicio de que las brechas económicas se han reducido, llevando a una sociedad más equitativa.
En conclusión, la comparación de estos indicadores por sexenios ofrece un panorama completo del avance en la dignificación del trabajo en el país. El incremento en el bienestar de la mayoría de la población explica en gran medida el resultado electoral del 2024. Las políticas implementadas durante este sexenio no solo han aumentado el salario mínimo de manera histórica, sino que también han mejorado significativamente los ingresos de las y los trabajadores más pobres, reducido la pobreza laboral y disminuido la desigualdad, son una prueba del impacto positivo que las decisiones económicas pueden tener en la vida diaria de las y los ciudadanos.