La costosa brecha de los errores no forzados
Una vez más el exceso de errores no forzados, inexplicables baches en el rendimiento dentro de un mismo partido y la falta de concentración para cerrar los desafíos repercutieron adversamente contra el equipo masculino cubano de voleibol, vencido en cinco sets por Serbia en la tercera y última fase de la Liga de las Naciones, su rival directo por un cupo olímpico para París 2024.
Los 41 errores, incluidos los saques perdidos, devinieron nuevamente en punto neurálgico para los discípulos del técnico Jesús Cruz, quienes tras ganar los dos sets iniciales 25-22 y 25-21, se desplomaron en el tercero hasta caer 16-25, un atolladero del cual no lograron salir y permitieron la remontada (21-25, 12-15) de un equipo serbio que los superó en el servicio, pero con similar actuación en ataque e inferior cantidad de bloqueos.
Incluso en el tie break llegaron parejos al punto diez, pero tampoco contaron con la potencia y seguridad
necesarias para decidir a su favor. Punto aparte y sin ánimo de justificar este resultado, nuevamente quedó evidenciado el impacto de las ausencias por lesión de los opuestos Jesús Herrera y Miguel David Gutiérrez.
Serbia logró afincarse en la novena posición del ranking con 256,50 puntos y diferencia de 10,81 sobre los cubanos (lugar 12 con 245,69). Las posiciones 10 y 11 las ocupan Alemania y Canadá, respectivamente, aunque ambos elencos ya están clasificados para la cita bajo los cinco aros.
No todo está perdido, pero a esa desventaja en puntos se agrega el hecho de depender de otros para lograr el boleto. Los antillanos se juegan el todo por el todo en los tres partidos que les restan en la subsede de Ljubliana: ante Eslovenia (jueves 20), Bulgaria (21) y Polonia (23), en tanto los serbios enfrentarán a turcos (21), polacos (22) y los anfitriones eslovenos (23).