«Me arrepiento de no haberlo denunciado»
Santiago Vidal habló en 100% Deporte de Sport 890 sobre el título conseguido con Aguada y todo lo que sucedió durante las finales. Acerca de los festejos y el post ser campeón: «Ayer nos tocó una cena con los dirigentes, la verdad es que estuvo muy buena, obviamente estábamos todos contentos, compartiendo un lindo momento. […]
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Santiago Vidal habló en 100% Deporte de Sport 890 sobre el título conseguido con Aguada y todo lo que sucedió durante las finales.
Acerca de los festejos y el post ser campeón: «Ayer nos tocó una cena con los dirigentes, la verdad es que estuvo muy buena, obviamente estábamos todos contentos, compartiendo un lindo momento. A veces a lo largo de la temporada se hace difícil porque mientras estás jugando hay tensiones y bueno, tenés seguidillas de partidos. Ayer pudimos disfrutar, como te digo, salió todo redondo y bueno la verdad que creo que nos lo merecíamos.»
Las sensaciones de uno cuándo logra el objetivo y levanta la copa: “No te voy a mentir. Para mí estas finales fueron muy especiales, por lo que se vio extradeportivo. No puedo empezar de otra manera a hablarlo, fue un desahogo más que nada. A nivel personal, yo no lo disfruté, todavía no lo disfruto. Por ahí tengo algún espacio dónde veo que los demás disfrutan y eso me lleva a sacar una sonrisa o entender lo que es la pasión del hincha, lo que lográs con Aguada. Cómo te lo transmite la gente, pero bueno, te diría que un desahogo y no mucho más.»
Sobre cómo se dio la serie, el 4-1, el rol que ocupó y sus compañeros: «Nos tocaron una llave, unos cruces más difíciles en la previa, pero yo sabía que en caso de avanzar. Los cuartos con Malvín, las semis con Nacional, cada vez el equipo se iba fortaleciendo más, y a mí me daba la sensación que era más fácil sacar a Aguada del torneo en cuartos que ganarle la final. No sé si me explico a lo que quiero apuntar. A mí me daba cierta inseguridad los partidos contra Malvín, porque sentía que el equipo estaba en un momento en que no estábamos tan bien como para afrontar un desafío importante. Yo sabía que a medida que iban pasando los partidos y que el equipo iba respondiendo. Eso me daba mucha tranquilidad y sabía que llegando a la final, nosotros íbamos a tener muchas opciones»
Acerca de cómo Peñarol planteó su juego contra Aguada: «La serie fue muy pareja. Me daba la sensación que Peñarol pudo haber ganado la primera. Nosotros nos agarramos del partido cómo pudimos y nos terminamos llevando el factor localía en la cancha de Peñarol en un trámite increíble y un final súper parejo. El segundo partido, la realidad es que Peñarol se lo pudo haber llevado nuevamente, y lo terminamos cerrando un poco mejor nosotros. Esos dos partidos a nivel basquetbolístico fue demasiado parejo y te diría que Peñarol tuvo opciones reales de llevarse los dos partidos, estábamos 2-0 arriba nosotros, pero perfectamente pudimos estar 0-2 abajo. A partir de ahí, creo que la situación se va absolutamente de mambo, se va de eje. Yo entiendo que la presión de estar 2-0 abajo llevó a que se descarriló la situación y en realidad lo que terminó pasando en el resto de la serie es que, más que políticamente, nosotros estuvimos en líneas generales bastante más estables a pesar de lo que iba pasando. Ellos no estuvieron del todo enfocados y eso creo que a nosotros nos fortaleció, nos unió como grupo y terminamos consiguiendo el campeonato.»
Su versión de cómo vivió el conflicto con Granger: «La verdad que no soy nunca de ponerme en el lado de víctima, ósea, pero fue un infierno y lo sigo viviendo, porque la realidad es que hay líneas que no se cruzan, hay cosas que no se hacen, hay caminos que no se deben elegir. A pesar de que se me quiera llevar a un terreno a nivel permanente, a nivel constante, reiterativo, no es cómo mis padres me han educado, no son los valores que yo represento y ahora, con el tiempo, te digo que las cosas salen a la luz solas, la gente tiene derecho a pensar, tiene derecho a razonar y los días y el tiempo acomodan a cada uno en su lugar»
Acerca del futuro, la implicación con la justicia y si habrá una denuncia: «En realidad sí. Obviamente que sí. Porque bueno, ya es demasiado y se fue de carril. Se fue, no quiero objetivar a nadie, pero me parece que no está bien, no está bien, y bueno, yo sé que él tiene familia, como tenemos todos, no sé si lo siento tan oportuno darle un adjetivo a él, pero la situación es clara. Pero sí, obviamente esto va a seguir por un terreno legal»
El desencadenante del enfrentamiento con Granger: «El primer partido se jugó normal, ósea, no hubo ningún tipo de duelo, más allá del de adentro de la cancha. El segundo partido hay solo un exordio dónde a mi me cobran una falta técnica y a él una falta antideportiva en ese duelo. No hubo diálogo en ningún momento del partido. Si al final, cuándo yo estoy tirando tiros libres, que es claro y contundente que él empieza a hablar. Las cámaras están claras, los jueces lo tienen claro, el fiscal lo tiene claro y él lo tiene claro también, que es el punto más importante. Yo voy a ser sincero y honesto, como lo he sido a lo largo de mi carrera, puedo entender, puedo llegar a entender que la expectativa generada, que no sólo el maneja, sino también PEñarol sobre su llegada, darse un 0-2 en contra en una final, pudo haberlo devorado. Pero realmente hay cosas que no entran, hay cosas que no van, ósea, yo no tuve diálogo con él, ni siquiera diálogo de otro tipo ¿me explico? Porque vos de repente podés tener una vuelta, podés llevarte un partido, compitiendo igual, pero hablando, no hubo diálogo en toda la serie, ni cuando ganamos, ni cuando me tocó perder. Es algo súper llamativo, es algo que sorprende, pero al mismo tiempo, con el correr de los días, la gente no es tonta y se da cuenta cómo son las cosas. Así que, yo sé la verdad, la sigo pasando mal, pero bueno, confiando en que las cosas están bastante claras»
Acerca de las acusaciones que el jugador de Peñarol dijo sobre insultos que él dijo: «Cuándo sucedió el tema, por ahí se generó un manto de duda que a mí me dolió. Yo entiendo el juego periodístico y un montón de cosas, pero ahí está claro que yo hay líneas que no cruzo. A mi el deporte me va y me viene. La victoria y la derrota son parte de esto. No le haría nunca en mi vida esto a alguien, porque no lo hice. Ya he tenido la suerte de ganar, he estado en equipos que han ganado y no lo he hecho. Y cuándo me tocó perder el año pasado con Nacional, saludé a todos los jugadores, saludé al entrenador, armé el bolso y me fui para mi casa. Es decir, no necesito este tipo de situaciones para sentirme ganador ni competitivo. Al otro día que pasaron las cosas, yo esperaba el pedido de disculpas. “No Pepo, se me fue la cabeza, me desbordé por la situación, vamo arriba que gane el mejor” Y sacó un comunicado que la realidad es que fue un disparate. Ponele que a mí, que estuviera enojado conmigo ¿y mi familia? Yo tengo un hijo de seis años que lo tuve que ir a buscar al colegio y la pasó mal, la pasó mal en el colegio. Yo soy buen tipo, puedo entender que la presión te desbordó, lo puedo llegar a entender, pero cuando vos insistís en un comunicado, insistís con otro comunicado, tampoco acusás claramente, la vas llevando para un lado, para el otro, dejas a entrever la realidad. Hay lugares que no quiero llegar, que no quiero compartir. Me alegro de haber ganado la última final, y te voy a decir por qué, porque yo no sé hasta cuándo iban a seguir los comunicados, ya al final, es pasando lo vergonzoso. Como me viste, intenté llevarla como pude deportivamente, y bueno, así terminó, se fue todo de mambo y acá estoy»
Sobre la no denuncia en su momento y la posible denuncia actual: «Me arrepiento de no haberlo denunciado? La respuesta es sí. Terminé el segundo partido, pasó lo que pasó y yo me fui a dormir. Me pedirá disculpas y ojalá que se pueda terminar en la cancha, porque yo, junto a los deportistas que juegan y tienen un nivel, me parece que lo mejor es que estén siempre en la cancha. Mi idea jamás podría ser sacar una ventaja deportiva de la situación. Yo quería que el jugador estuviese en la cancha. Al otro día me levanté, me fui a la fisioterapia, como tenía que ser, me hice un estudio, que no me dio bien y eso me golpeó, muscularmente no estaba bien. De ahí me fui a lo de Flavio Perchman, de lo de Flavio a Fiscalía y estuve dos horas ahí. Sentí que no tenía que denunciar, la realidad es que así lo sentía. En ese momento dije, mirá esto me parece que es deporte, se equivocó, está más que claro, se fue de mambo, es Peñarol contra Aguada, bla bla bla. Salgo de Fiscalía, levanto a mi hijo en el colegio, y cuando veo en la situación que estaba, me empiezan a caer muchísimos mensajes, yo había estado sin teléfono durante todo el día, mensajes de cómo estaba mi mujer, mis padres, mis suegros y ahí dije, le erré. Le erré yo, nadie más que yo. Tendría que haber hecho algo que a lo mejor no hice. Después, con el correr de los días, dije bueno, capaz no estuve tan mal, pero yo siento que sí, que lo tendría que haber denunciado, esa es la realidad»
Luego agregó: «Los cantos de la hinchada de Aguada estuvieron mal. Son cosas que no corresponden, que no están buenas. Le tocó vivirlo a él, y otras veces le ha tocado a otro. A mí me ha tocado en otras canchas y no está bien. Te acostumbrás, pero no está bien y hay que repudiar y condenarlo. Ahora, con el tema de los insultos particularmente míos, porque ahora apunta directamente a mí, porque la realidad es que había que tener cierta comprensión lectora o interpretación de los textos, van cambiando comunicado a comunicado. Al final termino siendo, no sé, un actor ¿no? Porque tengo variedad de insultos racistas en un partido que nadie sabe cuándo fue, en qué momento. Ósea, es bochornoso, hay algo que ya es bochornoso y que no lo puedo dejar pasar»
Acerca de cómo vivió la tercera final a nivel deportivo y mental: «Fue horrible, no dormí, no comí, salí poco de mi casa, sólo para entrenar y volver. La pasé realmente muy mal, tapa de noticias en cualquier medio digital, en prensa, en la televisión. Es decir, es lo que me tocó vivir. No me acuerdo del partido en el Palacio Peñarol, ósea, he jugado con mucho público en contra, la gente ya me conoce, ya saben como soy. Me ha tocado jugar en muchas canchas pesadas, y yo en ese partido ni estuve. No me acuerdo, no estuve y estuve a borde de no ir. La realidad es que junté fuerzas para presentarme por mis compañeros, que la verdad me estaban bancando de una forma impresionante, los dirigentes de Aguada y la sociedad en general, entonces me parece que era dar una imagen que no tenía que dar. Y bueno, me presenté que creo que fue lo más importante»
Sobre los acercamientos de los jugadores de Peñarol hacia él: «Compañerismo no es eso. Si mañana no sé, Santiso por darte un ejemplo, hace cualquier cosa y yo soy su compañero, no acompaño lo que hace. Si yo estoy convencido de lo que hace está mal, más allá de hacérselo saber a él, a la persona le está generando un daño y yo voy a sentir empatía por ella. Una cosa es ser compañero y otra es ser cómplice, son dos cosas bien diferentes. Para dejarte claro, sí, hay jugadores de Peñarol que se acercaron a mí, me dijeron lo que me tenían que decir, extranjeros de Peñarol también, árbitros y la gente que me para en la calle. La gente se da cuenta, a mi me paran hinchas de Peñarol y yo no tengo nada para esconder, me lo han dicho y me lo dicen, es lo que es, no hay mucho más»
Acerca de la presencia y no presencia de la FUBB en el asunto: «La verdad es que me llevé una decepción importante. La realidad es que, voy a hablar por mí y solo por mí. He estado en cada llamado, he venido de cualquier lugar en que he estado, con mi hijo, de dos tres meses de España, me vine a jugar. Estuve sólo un día en Uruguay, he hecho escala por todas lados, siempre he dicho que sí. Jugando más o menos minutos, nunca tuvieron un problema de mi parte. He ayudado en un montón de cosas dentro de la Federación y de los viajes. Y hablo del Presidente hacia abajo, Sergio Benítez, el presidente. Me dolió mucho que Álvaro Tito no haya estado en un momento importante de mi vida, porque yo sentí que estuve en momentos importantes de la suya. El Conejo Bessio, mucha gente que, en realidad yo estoy convencido que saben cuál es la verdad. Y la verdad que no sentí su acercamiento ni su respaldo, ni un mensaje. Pancho Castellanos también, que es de Biguá y está en la Federación, el Camello, Fernando, pero bueno, así es la vida. Esto sirve para aprender, para saber cómo es la mano. Y bueno, en los momentos importantes de las personas, sobre todo cuando siento que están juzgando por algo que no va. La realidad es que siempre he estado. En este momento no estuvieron conmigo y la verdad es que la decepción es bastante grande»
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