Los 7 malos hábitos en el desayuno que tenés que abandonar si querés bajar de peso después de los 50 años
El desayuno es una comida fundamental para arrancar el día con energía, pero algunos malos hábitos que parecen inofensivos pueden estar saboteando tus esfuerzos para bajar de peso, especialmente después de los 50 años.
A medida que llegamos a cierta edad, nuestro cuerpo experimenta cambios significativos que pueden hacer más difícil bajar de peso. Conocé 7 malos hábitos en el desayuno que tenés que abandonar para alcanzar tus objetivos.
7 malos hábitos en el desayuno: empezar el día con azúcar
Comenzar el día con alimentos cargados de azúcar, como cereales refinados, facturas o jugos industriales, puede ser un error grave para tu metabolismo.
Estos productos elevan rápidamente los niveles de azúcar en la sangre, lo que no solo provoca un pico de energía momentáneo, sino que también lleva a una caída rápida que genera más hambre y antojos a lo largo del día.
No consumir proteína en el desayuno
No consumir suficiente proteína es un error común que puede afectar tu capacidad para controlar el peso, especialmente después de los 50 años, según el sitio web El Confidencial.
Las proteínas son fundamentales para mantener la masa muscular, la cual tiende a disminuir con la edad. Incorporar alimentos como huevos, yogur griego o frutos secos en tu desayuno no solo te ayudará a sentirte lleno por más tiempo, sino que también contribuirá a regular mejor tu apetito a lo largo del día.
Incluir suficiente proteína en el desayuno, como huevos o yogur griego, es crucial para mantener la masa muscular y mejorar la saciedad, ayudando así a controlar el apetito a lo largo del día. (Foto: Freepik)
No sumar fibra
Descuidar la fibra en el desayuno es un mal hábito que puede dificultar tus esfuerzos por perder peso. La fibra no solo favorece una digestión saludable, sino que también prolonga la sensación de saciedad.
Para aprovechar estos beneficios y mantener un peso saludable es fundamental incorporar:
- Frutas
- Verduras
- Cereales integrales
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No desayunar
Saltarse el desayuno con la intención de reducir calorías puede tener consecuencias contraproducentes. Esta práctica puede incrementar el hambre más tarde en el día, lo que frecuentemente lleva a decisiones alimenticias menos saludables y a comer en exceso.
Solo tomar café
Optar por solo café en el desayuno puede parecer una solución rápida para despertar, pero este hábito no proporciona los nutrientes esenciales para mantener la energía y la concentración a lo largo de la mañana. Además, el consumo exclusivo de café puede aumentar el apetito más tarde.
Depender únicamente del café en el desayuno puede llevar a una falta de nutrientes esenciales necesarios para mantener niveles de energía estables durante la mañana. (Foto: Freepik)
Cuidado con los productos saludables
Optar por productos como granola o barritas de proteínas puede parecer una elección saludable, pero muchos de estos alimentos están sorprendentemente cargados de azúcar.
Para evitar caer en este engaño, es fundamental leer detenidamente las etiquetas nutricionales y optar por opciones que contengan menos azúcar y sean ricas en proteínas y fibra.
No hidratarse bien
No tomar suficiente agua por la mañana puede tener efectos negativos en tu salud. Muchas personas no se hidratan adecuadamente al iniciar el día, lo cual puede llevar a la deshidratación y a confundir la sed con el hambre.