Las cartas de la final del playoff de ascenso a Segunda División están sobre la mesa. Mientras al
Barça Atlètic sólo le vale ganar, al Córdoba CF le basta con aguantar el empate de la ida en el Estadi
Johan Cruyff por su mejor clasificación liguera en la Primera RFEF. En el nuevo
Arcángel, el optimismo y el convencimiento se ha desparramado y hay preparada, incluso, la logística para celebrar el ascenso. Ni al técnico
Rafa Márquez ni al vestuario, como es el caso de
Pelayo, les inquieta la presión y una aparente hostilidad. “Este ambiente hostil ya lo vivimos, algo similar, en Riazor cuando competíamos con el
Depor”, señaló ayer el técnico mexicano. “Es nuestra realidad y hay que competir lo máximo posible”.
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