Un torero de Albacete, José Fernando Molina , y su mano izquierda. Una izquierda que dibujó soberbios naturales a un gran toro de Gavira. Hubo mando, largura, profundidad y un trazo de buen gusto en una serie que sobresalió de una faena notable al segundo toro de la tarde, que era la semifinal de la Copa Chenel . Molina había toreado muy encajado a la verónica, se ajustó en un quite con el capote a la espalda y ya con la muleta comenzó la faena despacioso ante un toro que fue a más, que embestía con el don del temple y que iba humillado tras la muleta. Las dos orejas que cortó tras recetar una efectiva estocada lo colocan en...
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