Llegan a España tras llenar cuatro días el Movistar Arena de Buenos Aires. 12.000 personas cada noche . «Sí habíamos hecho ese número de actuaciones seguidas pero no con este aforo. Es un lugar más grande. El año pasado tocamos en un lugar que era cuatro veces más grande pero una vez solo. Ahora son doce mil cada noche, cuatro fechas, mucha gente», confirma Alejandro Sergi desde su estudio, donde trabaja para ultimar los temas del que será el nuevo disco. A él y a su compañera Juliana Gattas se les conoce como Miranda! , uno de los dúos más importantes de la historia del pop en español. «Hemos tocado siempre en lugares grandes e importantes, pero a partir de nuestro último disco [Hotel Miranda!] tuvimos un caudal de público nuevo. El público nuestro de repente creció», confirma el artista argentino, que llega a España en una mini gira de tres días: tres conciertos en tres ciudades: Madrid, Bilbao y Sevilla. A la capital hispalense llegan este 28 de junio con un concierto en la Sala Custom en la que repasaran sus éxitos en lo que promete ser una noche de pura diversión. —Tres conciertos en tres días en España. Un ritmo muy alto teniendo en cuenta esas cuatro fechas seguidas en Buenos Aires. ¿Cómo habéis planteado estos shows y esa puesta en escena? Porque es verdad que en los shows de Argentina hacéis un show muy grande, casi teatralizado. —Son lugares más pequeños en España y todo eso no entra. Llevamos los cambios de vestuario, la banda entera y el repertorio es el mismo. Llevamos la parte visual: pantallas, luces, todo eso viaja con nosotros. Pero son conciertos más íntimos y todo lo demás no entra, pero lo adaptamos un poco a escenarios más pequeños pero es la misma lista de canciones acá que allá en España. Mismas intervenciones visuales, interacciones con la pantalla, un show completo que intentamos que tenga un nivel de BPM [beats per minute] bien alto, bien fiestero. En 'Hotel Miranda!' había algunas versiones diferentes y en este show es una transición entre ese disco y lo que viene. Entonces esas versiones que venían más lentas las volvimos a llevar a las versiones viejas para tener un poquito más de baile y lo completamos con otros clásicos que quedaron fuera y alguna canción más escondida, para los fanáticos que repiten que puedan escuchar alguna cosa nueva. —¿Os cabe el cisne ? —¡El cisne no va a caber! [ríe]. Vamos a llevarlo en pantalla porque no cabe ni en el avión. Lo mandamos nadando, pero tarda mucho. —Entre esas tres fechas elegidas está Sevilla. ¿Cómo es vuestra relación con el público sevillano y andaluz? —¡Bueno! Sentimos que nuestra propuesta musical se entiende bastante en España en general, porque la música que nosotros tocamos tiene mucha influencia de grupos españoles que nos marcaron como Fangoria, La Casa Azul, La Buena Vida, Miguel Bosé o cosas de la movida… En España hay una manera de hacer pop que en Argentina no había, era muy distinto, para nosotros esos artistas fueron muy influyentes y nos ayudaron a formar nuestro perfil, porque acá no había prácticamente esa música y había que buscarla allí, en español, claro. Cuando nosotros llevamos nuestra propuesta la gente entiende de qué va y se prenden enseguida. Bailan, festejan, cantan y están siempre entregados. La gente siempre se comporta de manera muy amable con nosotros y se ponen fiesteros. Yo había ido a festivales y discotecas y por ahí a veces la gente a veces son muchos de hablar y analizar, pero cuando tocamos nosotros yo no vi tanto eso, la gente baila con nosotros, eso es lo que yo noté. —Dijo su compañera Juliana Gattas en una entrevista reciente que este disco es el mayor éxito de vuestra carrera, no por las cifras o escuchas, sino porque os ha demostrado que podéis seguir sorprendiendo al público y a vosotros mismos. ¿Cuál es la mayor sorpresa de todo lo que os ha traído el disco? —Sentimos un poco de sorpresa y mucha alegría sobre todos los colaboradores que se han acercado a nosotros. Andrés Calamaro, Cristian Castro, María Becerra, Lali, muchos y muy diferentes, de generaciones distintas y todos aceptaron. Debería no sorprenderme, pero me sorprende igual. A María Becerra me la crucé en un festival acá en Buenos Aires y le dije y yo pienso capaz que me dice «no sé quiénes son» o «esto lo escuchaba mi mamá y a mí qué me importa, yo quiero tocar con Bad Bunny» [risas]. ¡Y no! Ellos escuchaban nuestra música y tuvieron ganas de colaborar. Fue sorprendente escucharlos y verlos grabar. Fuimos a la casa de Andrés a grabar su voz y escucharlo cantar una canción nuestra que veníamos haciendo desde hace un montón de tiempo… y lo escuchás al lado, cantando, y nos sacamos el auricular para disfrutar un poquito, claro. Con Cristian Castro, lo mismo con Ca7riel, con el solo de guitarra y cómo cantaba, no sé. Son todos talentos supremos y muy diferentes y siempre se puede aprender mucho de eso. Era sorprendente escucharlos cantar. —23 años en la música y muchos premios a vuestras espaldas, de hecho recientemente habéis ganado el Premio Gardiel al Mejor Álbum sobre muchos de estos artistas que ha nombrado, así como bandas emergentes de mucho éxito entre los jóvenes. Seguís con los pies en la tierra, a pesar de todo. —Es un poco inevitable para nosotros. Por más que ganamos el premio, a mí me encanta el álbum pero yo no siento que lo sea, de hecho yo no sé cuál es el mejor del año. ¡Hay un montón buenísimos! Es muy subjetivo elegir uno solo. Entiendo los premios como lo que son. Un momento de foco, de pantalla y que les puede tocar un montón. Y nos tocó a nosotros. Es un traje que nos ponemos y con el que nos sentimos cómodos porque llevamos más de veinte años haciendo lo que hacemos y de alguna manera hemos llegado a este punto, lo acepto y lo tomo con alegría. Pero no siento que sea mejor que los demás porque gané ese premio. Este premio, si bien se da por este disco, al ser un disco de versiones de nuestras canciones lo sentimos como un premio a toda nuestra carrera. El pop no era una música respetada cuando empezamos. Se suponía que el pop eran grupos de casting de televisión. Hay una cultura muy roquera, que el músico tiene que venir de abajo, tocar en locales chiquitos, e ir ganando… Todo lo que tenía que ver con el pop venía de la televisión: solistas y actores que ya eran famosos. Nosotros hicimos el camino del rock tocando pop. Tocábamos en los mismos lugares que los rockeros y hasta en los mismos festivales. Si bien no éramos los únicos que lo hacíamos, sí que tuvimos la fortuna de ser los más visibles y de volvernos populares más rápidamente. Representamos ese estilo y, ahora, veinte años después, sí es más respetado. No solo por todos los artistas con los que habéis colaborado, sino también por toda esa tecnología, instrumentos y otros elementos en la producción, este disco ha abierto una puerta. ¿Qué se espera para la próxima etapa? Lo próximo es un disco nuevo que se va a llamar 'Nuevo Hotel Miranda!' y es una continuación de este disco con la diferencia de que van a ser canciones nuevas. No vamos a seguir versionando éxitos de antes sino que ahora estamos colaborando con otros artistas y productores diferentes, pero con canciones nuevas. Hace unas semanas presentamos 'Siempre que lo beso' con Kenia OS, una cantante mexicana, y ese es el primer adelanto. Para agosto saldrá el próximo que viene con colaboración española. Tenemos artistas españoles que saldrán en el álbum y justamente estoy en el estudio ultimando, grabando algunos coros y cosas para algunas canciones e ir terminándolas de a poquito. Ya tenemos unas ocho canciones bastante avanzadas y nos falta terminar unas cuatro más y calculamos que vamos a ir mostrando algunos avances para el año próximo traer el disco completo. Sobre el trabajo en el estudio hay que mencionar que tenéis en vuestro repertorio unas 10-15 canciones, casi una hora más o menos, solo de éxitos. Es decir, de canciones muy conocidas. Siempre se habla del talento y la inspiración, pero tener todas esas canciones tan conocidas también se trabaja y se estudia, ¿no? En nuestro caso sí, es la única manera que sabemos de hacerla. Venir todos los días al estudio. No vengo porque sea un sacrificado obrero del arte, vengo porque me gusta y me lo paso bien. De hecho es lo que más me gusta de todo lo que nos toca hacer. Me encanta salir de gira, pero si me das a elegir me siento más feliz acá. Estar en el estudio grabando y componiendo. Así voy trabajando y tal vez la acumulación de canciones que han tenido buena repercusión tenga que ver no solo con ese trabajo constante sino también con una buena toma de decisiones a la hora de elegir el repertorio que vamos a grabar. Cada vez que vamos al estudio debemos estar bien seguros de que esa canción nos gusta mucho porque probablemente tengamos que cantarla para toda la vida [risas]. Todas las canciones que grabamos y publicamos sentimos que pueden ser clásicos por siempre. Después, es la gente la que decide. Nosotros tomamos esa decisión con total alegría porque no todas van a ser un éxito. Para nosotros ya es un éxito tener una canción que pueda conectar con el público y les pueda gustar y que la podamos grabar. El éxito para mí es ese, entre los dos decir: esta canción la podríamos grabar. Muchas no llegan a esa estancia. En líneas generales, la vuestra es una música festiva y alegre, aunque trate temas tristes la música suele ser de fiesta. Si os llega una melodía más triste, más seria, ¿la desecháis? ¿Cómo la enfocáis? Siento que tenemos muchos climas diferentes en nuestros discos. Muchas de las canciones bailables, por mucho que tengan un pulso festivo la letra es bastante depresiva. De hecho, tenemos una que se llama 'Ritmo y decepción'. ¡Más claro imposible! [risas]. Hay algunas baladas más introspección, en el disco 'Magistral' tenemos una que se llama 'Diez años después'. Más contemplativas. No son canciones para single, pero sí son canciones que hemos grabado y sí que tenemos alguna. Hay un disco perdido que se filtró y que se llama 'Precoz' y que tiene una canción que se llama 'Durán durán' y que es un poco más triste y más oscura. No nos guardamos las canciones tristes, tratamos de exorcizarlas. En estos casos que nombré tienen letra y música triste, pero muchas veces metemos un mensaje un poquito depre en canciones de baile. Las usamos así, para sacar los males. No es algo que hayamos inventado nosotros lo de la canción depresiva con pulso de baile, es muy de los 80. Nosotros hacemos lo que nos gustaría escuchar. Antes que músicos somos fanáticos de la música. Por eso nos dedicamos a esto. Empezamos a escuchar y por eso nos sorprende y nos da alegría que colegas, de los que somos fans y tenemos sus discos, accedan y tengan ganas de tocar con nosotros. Lo de Fangoria, la primera vez que fuimos a España de la mano de ellos, fue una cosa increíble. Eran nuestros máximos referentes, cuando nos enteramos que nos conocían y que tenían ganas de tocar con nosotros y que abriéramos sus conciertos no lo podíamos creer. Esas cosas siguen ocurriendo. Estamos gestionando nuevas colaboraciones y cada artista que llamamos es porque lo admiramos y es una alegría enorme y no deja de ser una sorpresa. Hay una colaboración que lleváis años invocando para que suceda que es con La Casa Azul. Igual no podéis adelantar mucho del nuevo disco, pero si se queda en silencio y no responde se entenderá como que finalmente sucede… ¡Puede ser! [risas] No te guardo silencio porque todavía no lo confirmé, pero es una de las ideas. Igual, lo próximo que vamos a sacar es con otro artista, no es con La Casa Azul, pero está entre los pretendientes. A Guille [Milkyway] lo conocimos el año pasado, nunca lo habíamos visto. Nos hicimos amigos. Siempre hemos tenido buena onda con Fangoria, Varry Brava, La Prohibida, pero La Casa Azul los recontraadmiramos y nunca nos habíamos cruzado. El año pasado nos vimos en dos festivales, que fue la primera vez que los vi en conciertos que nunca los había visto y los disfruté mucho. Y nos sorprendió que Guille nos conociera, se asomara a vernos y escuchara nuestra música. No sé. Yo no abandono nunca ese costado, ni yo ni Juliana. Por suerte no hemos perdido esa emoción y ese entusiasmo y eso es lo que nos hace seguir adelante. Yo escucho un disco nuevo y digo ¡buah, a mí me gustaría hacer algo así! Divertido, diferente. No sé, no termina nunca. Lo mismo cuando vas a ver un concierto, me estimula y me dan ganas de venir al estudio a hacer algo. La parte estética en Miranda! es tan importante como la musical. En este caso ese peso recae sobre su compañera Juliana. Tenéis un universo personal que habéis nutrido con el paso de los años de estéticas, referentes, personajes… Para nosotros eso fue fundamental desde el primer día. Teníamos que entretener a la audiencia que teníamos enfrente con todo lo que tuviéramos a mano. Entonces, si tal vez alguien no se enganchaba con la música se podía enganchar con el show, el vestuario o algo que hagamos extra. Entonces, desde el primer concierto, la consigna era llevar un vestuario para el show, nunca tocábamos con la ropa con la que llegábamos. Siempre teníamos algo para cambiarnos, maquillaje, que nos servía para ponernos en el 'mood' pero que servía para enganchar a gente por lo visual. Primero fue por gusto personal pero luego con esa conciencia de usar todo lo que teníamos a mano para entretener a la audiencia. Lo primero que teníamos a mano era vestirnos de blanco, al principio, porque los escenarios no tenían ni luces. Entonces íbamos de blanco para que se nos viera. Desde esos días hasta ahora, ya tenemos suerte de contar con escenarios más grandes, pantallas, bailarines, músicos… Pero la idea siempre fue la misma, entretener a la gente. Vuestro grupo tiene multitud de premios: siete MTV, seis Gardiel, dos nominaciones a los Grammy… En vuestra web pone que sois «el grupo pop más importante de Latinoamérica». Aparte de la frase, que puede tener ese poso de marketing y promoción, ¿en qué momento de vuestras carreras habéis llegado a sentiros así, tan importantes? El dúo más importante de Latinoamérica es Pimpinela, qué querés que te diga [risas]. Entiendo que tiene que ver con eso que vos decís, son las cosas que a veces se ponen para promocionarse, pero me parece que lo que sí somos es un eslabón bien firme de la cadena de la música argentina. Venimos de una historia musical y la continuamos y detrás hay grupos que la continúan. Haber metido la baza del pop español que no la había en Argentina amplía el espectro y aportamos un color distinto que, tal vez, en la escena antes no estaba tan marcado. Con el tiempo y con la permanencia se terminó aceptando el pop de otra manera acá en Argentina. No sentimos que seamos exclusivos responsables de la situación, es un devenir, pero me gusta formar parte de ese devenir. No sé qué tan importante es lo que hayamos hecho pero sí a raíz de ese premio que nos dieron hace unas semanas nos sentimos parte de la familia musical de Argentina. Antes veíamos esa familia en pósteres y en la televisión y sentirnos parte de ello nos dan ganas de seguir haciendo cosas y de seguir creando. ¿Qué grupos siente que puedan tomar el relevo en esa cadena y que formen nuevos eslabones a partir de vuestra música? Siento que hay un poco de referencia no sé si exclusiva nuestra pero sí en esa burbuja de artistas como Marc Seguí, Ana Mena… siento que siguen esa onda de pop. Aquí en Argentina te diría Emilia Mernes, Lali Expósito, cada quién con su propio estilo, no que hagan lo mismo de nosotros, sino que toman elementos que ya están ahí y que siguen más o menos la misma idea musical. También Francisco Victoria, y todos esos artistas, y que sería la descendencia pop de ahora, pero me imagino que habrá más. Hay tanta música… A mí me encanta Alizz y que le encuentro un punto pop cuando hace canciones como 'Sexo en la playa' y me gustaría pensar, no que tuvimos que ver nosotros en eso, que no creo, pero me gustaría pensar que si alguien hace una cronología nosotros podríamos tener un hueco entre esas canciones.
