Uladislao Gámez declarado benemérito de las letras
Uladislao Gámez fue ministro de Educación durante los gobiernos de José Figueres Ferrer; promovió educación gratuita, expansión del sistema educativo y la creación del Instituto Tecnológico.
Con una votación mayoritaria de 34 diputados a favor y cuatro en contra, la Asamblea Legislativa declaró benemérito de las letras a Uladislao ‘Lalo’ Gámez, quien fue ministro de Educación durante los gobiernos de José Figueres Ferrer.
Gámez era oriundo de Puntarenas, pero vivió casi toda su vida en Heredia. Fue promotor de la educación secundaria gratuita, de la expansión del sistema educativo, de la creación del Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Universidad Nacional (UNA), así como de la Ley Fundamental de Educación, promulgada por la Asamblea Legislativa en 1957.
Nacido en 1909, hizo sus estudios en la Escuela Superior de Varones (hoy escuela Antonio Gámez, en honor del padre de Uladislao) e ingresó en la Escuela Normal, en Heredia, en 1923, de la que se graduó en 1928, bajo la tutela de Omar Dengo.
Gámez hizo estudios universitarios en Puerto Rico y en Florida, así como pasantías en varios centros estadounidenses y latinoamericanos; formó coros en Heredia y Puntarenas, al tiempo que compuso himnos de varios colegios.
Fundó en Heredia la Escuela de Capacitación Obrera, en los años 40, cuando era parte del movimiento de la Confederación Rérum Novárum, liderado por Víctor Manuel Sanabria. Asumió cátedras de filosofía, literatura escolar, música y artes, con la fundación de la Universidad de Costa Rica (UCR), de la cual fue secretario general.
Se integró al Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales, donde se acercó a los movimientos liderados por Otilio Ulate y José Figueres Ferrer, por lo que colaboró con la fundación del PLN, con el que fue diputado por Heredia.
Óscar Izquierdo, jefe del PLN, enfatizó que el proyecto fue presentado por el presidente del Congreso, Rodrigo Arias, con la también liberacionista Kattia Rivera.
“Fue un verdadero reformador de la educación costarricense. Su vida y obra se erigen como un pilar fundamental en la construcción de una educación sólida y accesible para todos. Su preocupación por el elevado grado de analfabetismo lo llevó a involucrarse en movimientos sociales y políticos de su época”, dijo Izquierdo, leyendo un documento remitido por Arias, quien está fuera del Congreso, hospitalizado por influenza.
La frenteamplista Rocío Alfaro destacó el pensamiento de Gámez respecto al riesgo del debilitamiento de la educación pública y enfatizó que comparte con su figura una visión sobre la integralidad y el papel que debe jugar esta modalidad educativa, la que está a cargo del Estado.
También, destacó su labor en la formación de obreros y trabajadores en general, como miembro de la Rérum Novárum.
La independiente Gloria Navas afirmó que ella conoció a Lalo Gámez y destacó su preocupación por el analfabetismo y las dificultades de estudio para muchos costarricenses menores de edad. Recordó que Gámez promovió la creación del bachillerato por madurez, que le permitió a su padre terminar estudios y matricularse en la Escuela de Derecho de la UCR, para finalmente ser abogado.
El diputado Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), indicó que su fracción votaría en contra de ese benemeritazgo porque acusó a la reforma educativa promovida por Uladislao Gámez, en los años 70, de eliminar el bachillerato del sistema costarricense, así la como historia y la literatura universal, además de la enseñanza de la lógica formal.
“Eso es lo que ha resultado en que cualquier persona sostiene cualquier argumento y en la siguiente, el argumento contrario y no se da cuenta de la contradicción, que se tomen decisiones absolutamente ilógicas, irracionales, insensatas e insensibles, porque se empezó a formar gente sin la capacidad del análisis y el pensamiento crítico”, alegó.
Junto con tres liberales (excepto Kattia Cambronero, que sí votó a favor), también votó contra el benemeritazgo el oficialista Manuel Morales, quien ha dicho que él no dará su voto por la concesión de honores ni la creación de nuevos símbolos nacionales.
