El cambio climático es una realidad que afecta de forma directa al medio natural y puede poner en jaque la disponibilidad del agua en el futuro. Se trata de un gran desafío que preocupa a la ciudadanía y pone de manifiesto la necesidad de sumar esfuerzos entre administraciones y empresas para adoptar soluciones que contribuyan a paliar los efectos del cambio climático y acelere la transición ecológica en nuestro país. En Castilla y León, Aquona compañía que presta servicios vinculados a la gestión sostenible de los recursos hídricos en más de 60 municipios de la región, lleva años trabajando en la primera línea de la lucha contra el cambio climático. La innovación y la digitalización constituyen las principales aliadas de la empresa que ha desplegado soluciones de adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático. Incrementar la resiliencia de las infraestructuras hídricas frente a las consecuencias del cambio climático supone uno de los grandes retos para el sector del agua. Por ello, la compañía ha implementado mejoras tecnológicas para poder controlar en tiempo real procesos que se llevan a cabo en la gestión del ciclo urbano del agua, algo que le permite anticiparse en la toma de decisiones y hacer su operación más segura, en cuanto a disponibilidad y calidad de los recursos hídricos. Esta es precisamente la forma de operar que se realiza en la estación de tratamiento de agua potable de Palencia, una planta cien por ciento digital gracias a soluciones tecnológicas de automatización y control. Allí el sistema DCDCl se combina con el IMPRESS, una herramienta de predicción meteorológica que posibilita saber cómo van a afectar y cuándo los fenómenos climatológicos a la calidad del agua de entrada a la instalación.Pero, sin duda, uno de los mayores hitos conseguidos ha sido poner a la Inteligencia Artificial (IA) al servicio de la preservación del recurso hídrico. La empresa ha desarrollado el SoundWater, una aplicación para smartphones basada en la IA, que permite localizar fugas con gran precisión mediante el análisis del sonido que se capta en las redes de distribución. En la misma línea, el proyecto Burstreduction ayuda a Aquona en municipios como Palencia o San Andrés del Rabanedo a reforzar el control del Agua No Registrada (ANR), es decir, la diferencia entre el agua suministrada al sistema y el volumen de agua registrada en los contadores de los usuarios que generalmente responde a consumos autorizados no medidos, fraudes y pérdidas físicas en la red. La apuesta por reforzar la resiliencia de las infraestructuras hidráulicas se completa con un proyecto para detectar consumos anómalos, también basado en la IA, y una iniciativa para optimizar el uso del agua subterránea que permite a Aquona anticiparse a descensos del nivel freático. Otro de los ámbitos en el que la innovación tiene mucho que aportar es en el de la economía circular, en aras a la necesidad de adoptar sistemas de producción circulares y bajos en carbono. Aquona ha hecho suyo este objetivo materializando la transformación de las depuradoras tradicionales en ecofactorías. En concreto, Aquona, de la mano del Ayuntamiento de Palencia, ha trabajado en la planta para alcanzar un nivel de autosuficiencia energética superior al 60 por ciento, gracias a la generación de energía eléctrica a través de los fangos de depuración y una importante inversión en placas solares. En los próximos meses está previsto que la ecofactoría palentina pueda alcanzar el cien por ciento del autoconsumo del biogás generado en el proceso de depuración con la puesta en marcha de un motogenerador adicional. También en la depuradora de Palencia se ha instaurado la tecnología InDENSE para el tratamiento biológico de las aguas residuales, la cual está ofreciendo muy buenos resultados. InDENSE ha mejorado la capacidad de tratamiento de los reactores biológicos de la planta en condiciones desfavorables (lluvias y bajas temperaturas). Asimismo, InDENSE ha hecho el proceso de depuración en Palencia mucho más sostenible en términos de residuo 0 y reducción del uso de productos químicos. Además, la ecofactoría de la capital palentina ha sido escenario de uno de los pilotos del proyecto europeo INTERREG ECOVAL que ha demostrado la viabilidad técnica de transformar los lodos producidos en el proceso de depuración junto a la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos en subproductos de alto valor añadido. Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Palencia y Aquona han impulsado junto a otros socios esta iniciativa coordinada por Cetaqua, centro tecnológico del agua del grupo de empresas al que Aquona pertenece. Esta alianza en el marco de INTERREG ECOVAL ha supuesto el punto de partida para que Aquona y Cetaqua trabajen de la mano en Castilla y León, promoviendo soluciones tecnológicas que fomenten la economía circular, a través de la recuperación de recursos y el establecimiento de sinergias con otros sectores productivos.
