El crimen del repartidor de Gucci: asesinan en Italia a un hombre que llevaba medio millón de euros en bolsos de lujo
Llevar encima nada más y nada menos que medio millón de euros en bolos de Gucci le ha costado la vida al argentino Nicolás Matías Del Río, de 40 años, un repartidor de productos de esta marca de lujo a quienes unos ladrones habían estado siguiendo la pista para robarle la mercancía. Pero el robo salió mal y fue necesario deshacerse del único testigo, la propia víctima.
Después de un mes de búsqueda, los Carabinieri encontraron este miércoles el cadáver del repartidor argentino en un barranco de una zona rural al sur de la región de Toscana, en Italia, a 20 kilómetros del lugar donde había sido visto por última vez.
En el momento de su muerte, Del Río transportaba un cargamento de bolsos Gucci a un almacén en Scandicci, en Florencia. La marca ha confirmado que los productos eran auténticos.
La Policía ha detenido a tres sospechosos del crimen, a los que seguía la pista desde hace días. Son un albanés de 33 años y dos turcos de 44 y 28 años. Según la investigación, robaron el cargamento y asesinaron al repartidor argentino, arrojándole después por un barranco.
Según informa el diario italiano Il Messagero, el punto de inflexión en las investigaciones de la fiscalía y de los carabineros llegó ayer miércoles con el interrogatorio de uno de los tres detenidos en prisión, que residen desde hace algún tiempo en los pueblos de Amiata.
Por la tarde, los militares llevaron a cabo una inspección de una villa en la zona de Case Sallustri, una zona de casas de vacaciones en la montaña. El cuerpo de Nicolás estaba en un acantilado cercano. Los carabineros se centraron en la casa porque durante la investigación encontraron partes de accesorios de marroquinería que la propia casa de moda Gucci confirmó como auténticas y parte del cargamento robado, destinado a las fábricas de Scandicci.
Pero hay otro detalle. El padre de uno de los tres detenidos que desde ayer está imputado por homicidio voluntario y secuestro, además de los ya conocidos cargos de robo y daños, actuaba como conserje, mantenedor y jardinero de una de estas villas.
La policía los habría visto deambulando por Caso Sallustri en los días posteriores a la desaparición de Del Riso. Niko Gjoni, el padre de Klodian, uno de los detenidos, hacía pequeños trabajos en la casa: ahora está siendo investigado por complicidad en robo, daños y secuestro junto con otro familiar de la banda turco-albanesa Amiata.