La líder del BNG , Ana Pontón, presentó este jueves su propuesta de financiación para la Comunidad. Y ni la fecha ni el lugar escogidos para ello fueron al azar. Lo hizo ante la tumba de Castelao, en el Panteón dos Galegos Ilustres, donde la comitiva nacionalista dejó una ofrenda floral en la víspera del referéndum del Estatuto de Autonomía de 1936 . Evocando a esos «hombre y mujeres» que los precedieron, dijo Pontón, «en la defensa de una Galicia con soberanía, con capacidad para gobernarse para poder decidir por si misma su futuro». Una meta que comparte el Bloque, y que visualiza en un concierto económico para la Comunidad como el que tienen Navarra o País Vasco, con la recaudación y gestión del 100% de los recursos; y con una Hacienda propia con capacidad fiscal plena. Ninguna propuesta nueva. Pontón arrancó su intervención evocando el Estatuto del 36 que, para el Partido Galeguista, dijo, era «un punto de inicio, un gran salto adelante en la reivindicación de nuestro país que abría la puerta a conquistas futuras». El documento «situaba a Galicia a la par que País Vasco o Cataluña como una nación a las puertas de »un gobierno propio y en un marco republicano«, añadió. »Ellos, igual que el BNG«, abundó, recogiendo el testigo, tenían claro que »el avance de este país era sinónimo de incrementar su autogobierno«, de defender « lo propio frente al centralismo que mantenía a Galicia en el abandono«. Un centralismo que, continuó, «limita» y hace que la Comunidad «pierda oportunidades». «Galicia no puede ser espectadora, tiene que ser protagonista. No puede quedar atrás ni vamos a dejar que la bajen del tren de las naciones para situarla en un regionalismo de tercera«, afirmó, antes de presentar las propuestas del partido »para avanzar en el empoderamiento de Galicia«. Propuestas que se fundamentan en que »la autonomía política es una falacia sin autonomía financiera«. El BNG aboga así por un concierto económico similar al de País Vasco o Navarra , frente al «discurso falso de las fuerzas del centralismo de que Galicia es pobre y que somos dependientes del Estado (...), como si los gallegos no pagásemos impuestos». Los nacionalistas reiteraron una vez más su propuesta de un modelo de financiación «propio y singular», fundamentado en «tener la llave de nuestro dinero», clamó Pontón. Con la recaudación y gestión del 100% de los recursos y con una Hacienda propia con capacidad fiscal plena, «para poder fijar una política impositiva en la que se cumpla ese principio distributivo de que aporte más quien más tiene». Una «defensa» de Galicia que dijo ser ahora más importante que nunca, «ante un presidente de la Xunta que actúa como un verdadero apóstol del centralismo, instalado en un discurso acomplejado y falaz de un país pobre y dependiente». « No es Galicia quien vive del Estado, es el Estado el que hace caja con nosotros«, reivindicó. «No vamos a permitir que se imponga un modelo lesivo como el que llevamos 15 años soportando, y como nación histórica reconocida en el actual marco constitucional, tenemos derecho a reclamar un sistema de financiación propio y singular, porque si alguien necesita mejorar su status financiero» es Galicia, defendió. Por su parte, preguntada por los medios en una rueda de prensa, la secretaria xeral del Partido Popular gallego, Paula Prado, retó a la líder de la oposición a valorar la propuesta de financiación singular para Cataluña, en vez de sacarse «un conejo de la chistera» hablando de una Hacienda propia. « Que diga si le parece bien esa propuesta del Gobierno de darle más a Cataluña y si ellos como nacionalistas gallegos quieren ahondar en eso«, aseveró. Una cuestión que, dijo, podría »romper con la igualdad de financiación en España y poner en riesgo la financiación de los servicios públicos de las comunidades autónomas. Nosotros por ahí no vamos a pasar, no queremos más que nadie, pero tampoco menos«. Así, reiteró la posición de su formación al respecto, que en primer lugar pide que el Gobierno convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera; y, en segundo, aboga por la negociación conjunta, por un «acuerdo multilateral» y no uno «bilateral» del Estado con Cataluña, «como parece que quieren hacer».
